La capital alcanza mínimos históricos de dióxido de nitrógeno

La capital española ha alcanzado niveles mínimos históricos de dióxido de nitrógeno (NO2), según se expuso este lunes durante la segunda Comisión de Calidad del Aire del mandato. Presidida por Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, la reunión destacó los avances logrados en la calidad del aire y la instalación de un nuevo analizador de partículas en la estación de plaza de España.

Los datos de la red de medición del Ayuntamiento muestran una reducción promedio del 24,39% de los niveles de NO2 en 2024 respecto al año anterior. Esta disminución es aún más pronunciada si se compara con 2019, con una caída del 39,2%. Entre las estaciones que han registrado mayores descensos destacan Urbanización Embajada (-60,5%), Escuelas Aguirre (-52,8%) y Retiro (-50%).

Carabante adelantó que la actualización de la Estrategia Madrid 360 incluirá nuevas medidas para alinearse con la normativa europea de calidad del aire y los objetivos de neutralidad climática de la ciudad. Además, el Ayuntamiento prevé cumplir los estrictos límites establecidos para 2030, asegurando que se alcanzarán los objetivos comunitarios ya en 2024.

Madrid lleva tres años sin activar su protocolo de contaminación por dióxido de nitrógeno. La última vez fue en diciembre de 2021. Este descenso continuado ha permitido también que durante 2024 no se aplicara la tarifa dinámica del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), que incrementa los precios del aparcamiento en función de la contaminación.

La calidad del aire ha mejorado notablemente respecto a años anteriores. En 2017, por ejemplo, se superaron los umbrales de 40 microgramos por metro cúbico en 15 de las 24 estaciones de medición, mientras que en 2024, Plaza Elíptica, tradicionalmente la estación más problemática, cerró octubre con solo 28 microgramos por metro cúbico.

En la reunión se destacó la instalación de nuevos analizadores de partículas PM10 y PM2,5 en puntos estratégicos como Plaza de España y Tres Olivos. Estas medidas se suman a las exigencias de la nueva Directiva Europea de Calidad del Aire, que establece valores límite más estrictos para varios contaminantes en 2030, como partículas en suspensión, dióxido de azufre y benceno.

También se abordaron los retos relacionados con el ozono, un contaminante secundario que depende de factores como la radiación solar y las temperaturas elevadas. En este ámbito, el Ayuntamiento participa en un grupo de trabajo del Ministerio para la Transición Ecológica para el desarrollo de un Plan Nacional de Ozono.

La Comisión de Calidad del Aire, creada en 2010, sigue siendo un espacio clave para evaluar y coordinar políticas municipales en esta materia.