El empleo para mujeres con discapacidad sigue siendo minoritario: solo representa el 41% del total
El empleo entre personas con discapacidad experimentó un retroceso en 2024, registrando una caída del 0,8% en el número de contratos firmados, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) analizados por Fundación ONCE.
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Durante el año pasado se contabilizaron 271.765 contrataciones, la cifra más baja desde 2016, cuando se firmaron 268.160 acuerdos laborales.
En comparación con 2023, la reducción equivale a 2.274 contratos menos, lo que evidencia un descenso más acusado que el experimentado por la población general, donde la caída fue del 0,2%. Esto agrava la brecha laboral entre personas con y sin discapacidad.
Mejora en la estabilidad laboral pero persisten las desigualdades de género
El informe del Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo (Odismet) destaca una mayor estabilidad en el empleo para personas con discapacidad. Los contratos temporales disminuyeron hasta el 68,4%, mientras que los indefinidos alcanzaron el 23,4%. Si se suman los contratos fijos discontinuos, este tipo de contratación estable representa el 31,6% del total, frente al 28% que se registra en la población general.
Sin embargo, el empleo para mujeres con discapacidad apenas alcanza el 41% del total, un porcentaje inferior al 47% registrado entre las mujeres de la población general. Además, aunque la contratación para jóvenes con discapacidad creció un 3,9% respecto al año anterior, sigue siendo insuficiente, ya que solo el 19,6% del total de contratos corresponde a menores de 30 años. En la población general, este porcentaje casi duplica esa cifra, situándose en torno al 40%.
Los sectores y territorios con más empleo para personas con discapacidad
El sector servicios sigue siendo el principal motor de empleo para este colectivo, concentrando el 82,4% de las contrataciones, un porcentaje superior al 73,4% que representa en la población general. Además, aunque hay presencia de personas con discapacidad en ocupaciones cualificadas como programadores informáticos, artistas, o docentes, estas cifras son minoritarias.
En términos territoriales, Andalucía, Cataluña y la Comunidad de Madrid aglutinan casi la mitad de los contratos para personas con discapacidad, alcanzando el 46,2% del total nacional. A nivel provincial, Madrid, Barcelona y Valencia lideran la creación de empleo para este colectivo.
Nuevas leyes e iniciativas para cerrar la brecha
Sabina Lobato, directora de Formación y Empleo de Fundación ONCE, subraya que estos datos reflejan el incremento sostenido de la desigualdad laboral entre personas con y sin discapacidad. Lobato recalca la necesidad de aprobar una nueva Ley de Empleo para este colectivo, además de implementar estrategias públicas que faciliten la integración laboral de jóvenes y personas que enfrentan discapacidades sobrevenidas.
Asimismo, advierte sobre el impacto negativo que podría generar el futuro Estatuto del Becario y aboga por fomentar una cultura inclusiva en las empresas. "Es imprescindible generar cambios sistémicos que mejoren la empleabilidad y favorezcan la inclusión a largo plazo", concluyó.
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