Miquel Barceló expone en Galería Elvira González hasta el 29 de marzo una muestra inédita de peces y toros
Un total de 34 obras inéditas del artista mallorquín Miquel Barceló se exhiben en la Galería Elvira González de Madrid.
La exposición, titulada Flores, peces, toros, está compuesta por lienzos, cerámicas y acuarelas en las que predominan figuras taurinas y peces imaginarios, elementos recurrentes en su trayectoria.
"Que sean toros o peces me da igual, es ambivalente. Es como un belén en el que cada figura sirve para hacer un nacimiento. Pinto un cuadro y se convierte en una cosa u otra. Al final, toda la vida he pintado un poco lo mismo, es parte de mi vida", ha explicado Barceló durante la inauguración de la muestra.
Una obra marcada por la improvisación
El artista ha reconocido que su proceso creativo es espontáneo y que no sabe qué forma tomará cada obra hasta que está finalizada. "Lo que me gusta es lo que no acabo de entender, como casi siempre", ha comentado con humor. Entre las piezas expuestas, destaca una cerámica de arcilla blanca creada tras un viaje a África en 1996. Esta escultura, que representa una cabeza de pez, fue moldeada "a puñetazos", según ha relatado el propio artista.
La muestra también incluye cerámicas recientes, en las que ha incorporado canicas que, tras ser sometidas a altas temperaturas en el horno, adquieren una textura pulida e impredecible. La tauromaquia, un tema recurrente en su obra desde los años 80, también está presente en varias cerámicas y lienzos, donde capta distintos momentos de las corridas de toros con una visión aérea o desde la perspectiva de un espectador.
Un universo de peces imaginarios
Entre las piezas expuestas, destaca un gran lienzo que representa un Acuario lleno de peces exóticos. "Es la imagen tropical de los peces exóticos, casi todos lo son. No me canso de mirarlos bajo el agua y por eso los pinto con el mismo placer con el que los observo", ha expresado Barceló. Aunque las especies no son reales, el artista ha señalado que le interesa la combinatoria cromática y el juego de colores improbables, como la interacción entre el naranja y el verde.
Pese a la novedad de estas creaciones, Barceló ha subrayado que sus motivos siguen siendo los mismos de siempre. "Espero haber aprendido algo. Aunque no soy distinto, sí lo veo diferente. Toda la vida he pintado las mismas cosas", ha reflexionado.
Escribir un comentario