Descubren que los glaciares del Ártico liberan metano al derretirse
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Un equipo de investigadores del iC3 Centre for Ice, Cryosphere, Carbon and Climate ha identificado que los glaciares del Ártico están filtrando cantidades significativas de metano, un potente gas de efecto invernadero, a medida que retroceden por el calentamiento. Este hallazgo revela una nueva fuente de emisiones hasta ahora no contabilizada, que podría acelerar el cambio climático.
El estudio, publicado en la Revista Biogeosciences, se ha centrado en el Glaciar Vallakrabreen, situado en el Archipiélago de Svalbard. Allí, los científicos Kleber y Magerl midieron las concentraciones de metano en el río de deshielo y en los manantiales de agua subterránea, descubriendo niveles que superaban hasta 800 veces el equilibrio atmosférico, con picos de 3.170 nanomolares al inicio de la temporada de deshielo.
Lejos de proceder de la actividad microbiana bajo el hielo, como se creía en otros contextos glaciares, el metano liberado resultó ser de origen geológico. Permanecía atrapado durante millones de años en formaciones rocosas subyacentes, hasta que el retroceso glaciar y el flujo de agua de deshielo generaron fisuras que lo liberaron hacia la atmósfera.
Los investigadores estiman que entre junio y octubre de 2023, el río de deshielo de Vallakrabreen emitió 616 kilogramos de metano, lo que representó el 63% del total de emisiones de la cuenca glaciar. El resto procedió de manantiales subterráneos y respiraderos de gas burbujeante.
El proceso descrito por los expertos ha sido comparado con una fracturación hidráulica natural, debido a que el agua de deshielo se filtra a través de grietas en la roca y empuja el metano hacia la superficie. “Los glaciares actúan como tapas gigantes que atrapan el gas bajo tierra, pero el agua del deshielo abre fracturas por las que escapa el metano”, ha explicado Magerl.
Los autores del estudio advierten de que este fenómeno no es aislado. En el archipiélago de Svalbard existen más de 1.400 glaciares que desembocan en tierra firme, muchos de ellos sobre lechos rocosos ricos en gas metano. Si el mismo proceso se está produciendo en otros lugares del Ártico, las emisiones glaciares podrían constituir una fuente considerable y desconocida de gases de efecto invernadero.
El calentamiento del Ártico, que avanza cuatro veces más rápido que la media mundial, está provocando el retroceso acelerado de sus glaciares. Los investigadores alertan de que este fenómeno podría generar un ciclo de retroalimentación climática: el calentamiento derrite el hielo, libera metano, y este gas retiene más calor, acelerando aún más el deshielo.
Kleber ha subrayado el impacto global de este proceso: “El metano es mucho más potente que el dióxido de carbono a corto plazo. Aunque estas emisiones son estacionales, podrían incrementarse con el retroceso generalizado de los glaciares”.
El descubrimiento obliga a revisar los presupuestos de metano en el Ártico, hasta ahora centrados en el deshielo del permafrost, los humedales y las filtraciones geológicas. Los autores instan a ampliar las investigaciones a otros sistemas glaciares y desarrollar métodos de medición a gran escala para evaluar la magnitud real del problema.
Este estudio es el primero en documentar emisiones de metano procedentes de un río de deshielo glacial en Svalbard, abriendo un nuevo frente en la comprensión del papel del Ártico en el ciclo del carbono y el cambio climático.
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