Conor Maynard, el próximo ídolo pop adolescente

Veinte años. Pelirrojo, ojos azules, de complexión delgada. Conor Maynard no tiene nada de especial físicamente, como mucho se le podría etiquetar con la palabra 'mono'. Sin embargo, sus más de tres millones de visitas en YouTube algo querrán decir. Este chico tiene algo.

Sus orígenes quizá resulten algo familiares. Con quince años empezó subiendo a la plataforma versiones suyas de Lee Carr, un cantante británico, a la que le siguieron muchas otras de artistas como Rihanna, Taio Cruz o Chris Brown. Poco tiempo después, el estadounidense Ne-Yo, que además de cantante es compositor y productor musical, se fijó en su 'Beautiful monster' interpretado por Conor y le gustó.

El británico, además, ha sabido captar la atención de la cadena musical MTV. Galardonado con el premio Brand New 2012, recibió el 48% de los votos del público, cosa que no es moco de Pavo. En los meses siguientes lanzó su primer single 'Can't say no', dentro de su album debut 'Contrast', canción que alcanzó el número dos en el UK Singles Chart en una sola semana. Su segundo sencillo, 'Vegas girl' llegó al tres de la misma lista.

Mientras que en su primera canción Conor declara que no puede decir que no a las chicas ('Can't say no'), a lo mucho que le gustan, en su segundo single busca desesperadamente a una chica con la que ha tenido un flechazo a primera vista ('Vegas girl'). En su tercera canción, que interpreta con Ne-Yo ('Turn Around'), termina de enamorar a esa chica de sus sueños. El joven va perfilando poco a poco su faceta de 'chico rebelde' con toques de 'chico romántico'. Vamos, un chico para todos los gustos.

A pesar de que a Maynard no le haga mucha gracia que le comparen con Justin Bieber, es inevitable encontrar ciertas similitudes, tales como sus inicios en el mundo de la música o el éxito que está cosechando en tan poco tiempo (ya cuenta con 130.000 followers en su cuenta de Twitter). De lo que puede estar seguro es que nada tiene que envidiar al canadiense y que aun tiene mucho tiempo por delante para demostrar su talento.