Desciende el apoyo al cambio climático entre los jóvenes

El porcentaje de ciudadanos que afirman creer "con total seguridad" en la existencia del cambio climático ha descendido del 84% al 80% en los dos últimos años, según el tercer informe del Observatorio de Transición Justa (OTJ). El retroceso es especialmente acusado entre los jóvenes de 18 a 30 años, donde el apoyo ha caído del 90% en 2023 al 76% en 2025, una disminución de 14 puntos porcentuales que evidencia un creciente escepticismo en este segmento de población.
El estudio, promovido por la fundación Moeve y Red2Red, recoge los resultados de una encuesta realizada a 3.280 personas en todo el país entre febrero y marzo de 2025. Por primera vez incorpora dimensiones relacionadas con movilidad, salud, empleo, consumo y percepción del vehículo eléctrico, ampliando así el alcance de su análisis sobre la transición ecológica en España.
Aunque la lucha contra el cambio climático continúa siendo prioritaria para el 63% de los encuestados, este dato representa un descenso de cinco puntos respecto a la edición anterior. El informe destaca que el apoyo es más fuerte entre mujeres y habitantes de grandes urbes, mientras que el incremento del escepticismo se concentra en varones jóvenes y en perfiles con menor renta o nivel educativo. Esta evolución refuerza la idea de que la transición ecológica no debe abordarse solo desde lo técnico, sino también desde lo comunicativo, emocional y económico.
Las consecuencias más reconocidas del cambio climático son las temperaturas extremas y los fenómenos meteorológicos intensos, identificados por el 57% y el 49% de los encuestados, respectivamente. En contraste, la percepción de la sequía como efecto directo ha disminuido significativamente, pasando del 52% al 36% en el conjunto nacional, y cayendo hasta 20 puntos en el entorno cercano.
Pese a estos signos de distanciamiento, crece el conocimiento general sobre la transición ecológica: el 47% asegura comprender su significado, aunque persisten notables diferencias según edad y género. Un tercio declara haber oído hablar del concepto, pero no saber con certeza en qué consiste, y un 20% admite no haberlo escuchado nunca.
En cuanto a las medidas más valoradas para impulsar la transición, los ciudadanos apuestan por políticas de incentivo como ayudas a hogares vulnerables, apoyo a empresas sostenibles o campañas de concienciación. En cambio, los impuestos ambientales y otras fórmulas fiscales reciben menos respaldo.
La dimensión emocional del proceso experimenta un cambio significativo: por primera vez predominan sentimientos positivos como el interés (25%), la esperanza (24%) y la responsabilidad (20%), por encima de emociones negativas como la impotencia o la incertidumbre, que descienden.
El informe también refleja hábitos sostenibles en la vida cotidiana: el 68% afirma reciclar y cerca del 50% utiliza transporte público, bicicleta o va a pie. En cuanto al coche eléctrico, un 51% lo valora como una opción más ecológica, pero el precio, la autonomía y la falta de puntos de recarga continúan siendo los principales obstáculos para su adopción.
Respecto al impacto económico de la transición, un 23% cree que reducirá el coste de la vida, un porcentaje similar al del informe de 2024. En el plano laboral, el 49% anticipa nuevas oportunidades de empleo, frente al 44% que teme posibles pérdidas. Aun así, la mayoría considera la transición ecológica como una oportunidad, tanto en el presente (53%) como de forma más clara en el futuro (67%).
Anabel Suso, coordinadora del informe y directora de Innovación de Políticas Públicas de Red2Red, ha advertido de la necesidad de reforzar el vínculo entre el discurso ambiental y las realidades sociales. Por su parte, Teresa Mañueco, directora de la fundación Moeve, ha subrayado la importancia de escuchar a la sociedad para construir una transición más inclusiva, eficaz y sensible al contexto económico actual.