La Audiencia Nacional condena a Rubiales a una multa de 10.800 euros por el beso a Hermoso y le absuelve de coacciones
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a Audiencia Nacional ha condenado al expresidente de la Real Federación Española de fútbol (RFEF), Luis Rubiales, al pago de una multa de 18 meses —equivalente a unos 10.800 euros— por el beso no consentido a la futbolista Jennifer Hermoso tras la final del Mundial femenino en Sídney, en 2023. El tribunal le absuelve, sin embargo, del delito de coacciones que se le imputaba por presionar presuntamente a la jugadora para restar importancia a los hechos.
El magistrado José Manuel Fernández-Prieto, que ha dictado la sentencia, también ha impuesto a Rubiales la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de Hermoso y de comunicarse con ella durante el plazo de un año. Esta resolución contrasta con la petición inicial de la Fiscalía, que solicitaba una pena de dos años y medio de prisión por los delitos de agresión sexual y coacciones.
El fallo judicial también absuelve a los otros tres acusados en la causa: el exseleccionador de la selección femenina Jorge Vilda, el exdirector de la selección masculina Albert Luque y el exresponsable de Marketing de la RFEF Rubén Rivera. La Fiscalía pedía para ellos un año y medio de cárcel por su presunta participación en las presiones a Hermoso y su entorno.
El juicio, que se ha prolongado durante nueve sesiones desde su inicio el pasado 3 de febrero, se ha convertido en uno de los procedimientos más mediáticos de la historia reciente de la Audiencia Nacional, con más de un centenar de periodistas acreditados y una gran expectación pública.
Durante las vistas, Rubiales defendió su inocencia y sostuvo que el beso se produjo con el consentimiento de Hermoso, insistiendo en que se trató de "un besito" acordado entre ambos, aunque reconoció que a ella pudiera "no haberle gustado". La versión de la jugadora fue radicalmente opuesta, asegurando que en ningún momento dio su permiso para ser besada y que se sintió forzada por la situación. "No estamos ante un consentimiento, es un sometimiento", subrayó su abogado en el alegato final.
La sentencia, que puede ser recurrida, supone un revés parcial para la Fiscalía, que pretendía que Rubiales fuese condenado a prisión por considerar que los hechos encajaban en los delitos de agresión sexual y coacciones, tipificados tras la última reforma del Código Penal impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez.
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