Rosario Villajos presenta “La educación física” una tarde de viento en Madrid
![Rosario Villajos presenta “La educación física” una tarde de viento en Madrid Rosario Villajos presenta “La educación física” una tarde de viento en Madrid](/images/stories/noticias/2023/03/thumbnail_portada_la-educacion-fisica_rosario-villajos_202302141013.jpg)
Un día de viento de este 2023, concretamente la tarde del pasado lunes 13 de marzo, nos reunimos unos cuantos en la librería Antonio Machado para escuchar lo que Rosario Villajos (Córdoba, 1978) tenía que contarnos acerca de su nueva novela. “La educación física” (Seix Barral, 2023) se había publicado el miércoles de la semana anterior, fecha destacada por tratarse del 8 de marzo. En sus páginas, se relatan las cuatro horas que separan a una adolescente, Catalina, de su vuelta a casa y todo lo que, durante el transcurso de las mismas, se imagina que podrá acontecerle, no solo durante el camino, sino cuando llegue. A lo largo de la presentación se fueron dibujando las claves que llevarán a entender qué revolotea en el pensamiento de la protagonista y por qué.
La autora se encontraba acompañada de Elena Ramírez, directora editorial de Seix Barral, y Pilar Eusamio, integrante del jurado del Premio Biblioteca Breve 2023. Precisamente en este punto comenzó la charla. El libro de la cordobesa fue galardonado, ya antes de publicarse, con tal premio. Entre las razones, tal como señaló Ramírez, se halla que “recoge el sentir de una generación”, con lo que pretendía dejar claro que lo que le ocurre a Catalina (o Cata, como la llamaban ellas) es la voz individual de una vivencia universal. A través de su cuerpo, la niña expresa sus temores y los límites a los que se ve subordinada.
Te puede interesar
Esto último se traslada también por medio de la portada. Las ponentes comentaron que la imagen es de creación personal y totalmente intencionada. En ella podemos ver un cuerpo oprimido por una faja. Rosario Villajos explicó que en la mitología clásica se reducían los genitales masculinos por no ser estéticamente bellos. Sin embargo, en el caso femenino directamente quedaban omitidos. A la escritora le atraía la idea de representar un cuerpo con una faja, ya que la sensación resultante es la misma que si contempláramos una escultura griega. Además, es muy simbólico para con la historia, en tanto que “la faja no solo abarca el cuerpo, también el pensamiento”.
Hablar a partir del cuerpo supone la constatación de, tomando nuevamente prestadas las palabras de la autora, “la mierda de mundo en el que vivimos”. El cuerpo es el que guía y el que se rebela, el que ayuda al constante crecimiento y aprendizaje de la adolescente. No obstante, el diálogo interno de la protagonista choca con las voces externas y sabemos que “un cuerpo no puede estar en tensión continua”. La directora editorial apuntó muy acertadamente que la trinidad del libro, por tanto, la configura la culpa, el miedo y el rencor. Si bien la escritora afirmó no haberlo hecho conscientemente, sí consideró que las dos primeras vienen impuestas por la educación y la última es la respuesta heredada. Esas emociones describen la batalla de Catalina y, pese al bucle al que la someten, también consiguen liberarla.
Cabe incidir en que esta novela no está escrita solo para aquellos que crecieron en los 90, años en los que se ambienta la trama, ya que sus conflictos no son hijos de un tiempo determinado; siguen preocupando a la población actual. Es realmente significativo, y así lo verbalizaron las tres mujeres, que la brecha generacional, y sus respectivas costumbres, suponga verdaderas trabas en la evolución social. Villajos compartió una de las tantas analogías que hay en “La educación física”: el cuerpo de la mujer y el de los toros. Al igual que el toro lucha por su cuerpo, Catalina lo hace por el suyo. Y, sin embargo, al exteriorizarle a su padre que no le gusta la tauromaquia, él le da la razón. ¿Por qué entonces sigue viéndose en casa? Pura tradición. Es necesario rescatar aquí las palabras de Rosario, “las mujeres son el primer animal domesticado de la historia”. Las sentencias de la cordobesa encierran un mensaje muy potente.
Pero las metáforas no terminaron ahí. Pilar Eusamio mostró desde el principio su profunda admiración por la novela y, concretamente, por un relato corto insertado en el interior de las páginas. A modo de cuento clásico, irrumpe en la narración principal para cambiar el tono de seriedad y agobio por esperanza y distensión. El fragmento habla de la cultura de la seda y de cómo los gusanos son cocidos para extraer de ellos tal material. Los allí presentes pudimos gozar de la lectura del mismo, pero, para no desvelar ningún secreto, se deja a responsabilidad personal descubrir la alegoría.
La emoción en las voces de las ponentes, así como en las miradas mutuas que se regalaban, evidenciaron el inmenso respeto que se profesan y el amor que sienten hacia “La educación física”. La conversación fluyó natural, pero didáctica, y convergieron en sus discursos temas literarios al tiempo que sociales. Todos los que asistimos a la presentación coincidiremos en que no escuchamos el viento contra las ventanas, solo la voz universal de una generación.
Escribir un comentario