Lobato carga contra Ferraz en su despedida y no aclara si entregará su acta
El ya exsecretario general del PSOE-M, Juan Lobato, ha anunciado su dimisión tras el escándalo generado por el registro notarial de una conversación con un cargo de Moncloa, que hacía referencia a un correo electrónico sobre presuntos delitos fiscales de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. En su despedida, Lobato ha lanzado críticas a la dirección nacional del PSOE, acusándola de fomentar la "aniquilación del que discrepa".
Aunque deja el liderazgo del PSOE-M, Lobato no ha aclarado si renunciará también a su acta como diputado en la Asamblea de Madrid, un detalle que mantiene en el aire pese a las presiones internas y la polémica en torno a su figura.
Pulso a Ferraz
Lobato presentó su renuncia después de días de enfrentamiento con Ferraz, en los que se resistió a abandonar el cargo y calificó como "linchamiento" las críticas recibidas desde la dirección nacional. "He tomado la decisión de no continuar", afirmó en una carta enviada a la militancia, en la que justificó su salida como una forma de frenar "una situación de enfrentamiento y división grave" que, según él, estaba perjudicando al partido en Madrid.
Su dimisión llega tras un creciente consenso interno en el PSOE-M que pedía su salida por considerar que había "traicionado" al partido. La dirección nacional apuesta ahora por el ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, para liderar la federación madrileña y cerrar un capítulo de crisis interna.
Críticas a la "aniquilación política"
En su carta, Lobato ha cargado contra la cultura política dentro del partido, afirmando que no comparte las formas de la dirección nacional. "Mi forma de hacer política no es igual ni quizá en ocasiones compatible con la que una mayoría de la dirigencia actual de mi partido tiene", aseguró.
El exlíder socialista defendió un modelo de política basado en el diálogo, el respeto y la búsqueda de consensos, al tiempo que rechazó lo que describió como una "política de destrucción del adversario". "No creo en la aniquilación del que discrepa y del que piensa diferente", insistió.
También reivindicó al PSOE como un partido que históricamente se ha alimentado del debate y la toma de decisiones colectivas. "Un partido que debe tomar las decisiones por mayoría y esas decisiones se deben argumentar, compartir y no imponer", señaló en un mensaje dirigido a Ferraz.
Compromiso con el PSOE
Aunque Lobato ha reiterado su "compromiso" con el PSOE y ha asegurado que seguirá trabajando como militante, su futuro en la Asamblea de Madrid sigue siendo incierto. No ha aclarado si entregará su acta de diputado, una cuestión que podría abrir un nuevo frente en la relación entre el exlíder y el partido.
En su despedida, Lobato agradeció el apoyo de "miles de militantes de toda España" y expresó su deseo de que su salida no sea una "decepción" para ellos. También destacó los valores que intenta transmitir a sus hijos, como el respeto y la honestidad, y mostró su apoyo a la futura dirección del PSOE-M para "hacer el mejor trabajo posible".
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