Desmantelan en Parla un karaoke utilizado para prostitución y tráfico de drogas
La Policía Nacional ha desmantelado un karaoke en Parla que operaba como fachada para actividades de prostitución y tráfico de drogas.
Según ha informado este lunes la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los dueños del establecimiento alquilaban salas para facilitar la oferta de servicios sexuales y la venta de diversas sustancias ilícitas, entre ellas ketamina, éxtasis, tusi y una droga conocida como 'agua de dios'.
Esta intervención policial se enmarca dentro del Plan Parla, una iniciativa de la Delegación del Gobierno en Madrid que responde al incremento de los índices delictivos en esta localidad del sur de la región. El objetivo de este plan es reforzar la seguridad y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida de los residentes de Parla.
La investigación se inició cuando los agentes detectaron que un local de ocio en el municipio servía como tapadera para actividades ilegales relacionadas con el tráfico de drogas.
Detenciones y sustancias incautadas
El modus operandi del negocio consistía en alquilar salas para fiestas privadas, donde se ofrecían comida y bebidas. Sin embargo, una vez dentro, los clientes podían adquirir diferentes drogas a través del personal del local y acceder a una sala con mujeres que ofrecían servicios de compañía en las salas privadas.
El pasado 26 de enero, la policía llevó a cabo una inspección en el establecimiento, que resultó en la incautación de 80 gramos de ketamina, cinco gramos de éxtasis, ocho gramos de tusi y 63 sobres de 'agua de dios'. Además, se detuvo a 23 personas por presuntos delitos contra la salud pública, entre otros cargos, y se ejecutó una orden de detención y extradición europea.
La sustancia conocida como 'agua de dios' o 'agua sagrada', es consumida principalmente por el público asiático en España y está compuesta fundamentalmente por éxtasis líquido. Los fabricantes añaden diferentes precursores a la mezcla, lo que hace que su composición varíe dependiendo del proveedor.
Este estupefaciente tiene un efecto desinhibidor sexual muy potente. Los clientes del karaoke no solo lo consumían, sino que también forzaban a las mujeres a ingerirlo. Cada dosis de esta droga puede alcanzar un precio aproximado de 300 euros.
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