Pedro Sánchez: el madrileño que quiere liderar el PSOE

Pedro Sánchez Pérez-Castejón quiere liderar el PSOE. Este madrileño de 42 años, casado y con dos hijas, está decidido a plantar cara a Susana Díaz, a la que la mayoría de barones han 'pedido' que lidere el partido tras la marcha no inmediata de Alfredo Pérez Rubalcaba.

Sánchez es diputado en el Congreso por Madrid (portavoz de la Comisión del cambio climático). Su nombre ha sonado sobre todo como alternativa al actual secretario general del PSM, Tomás Gómez, debilitado por el resultado de las elecciones europeas, que se ha apresurado a brindar su apoyo a la presidenta andaluza.

Pedro Sánchez es doctor en Económicas y Empresariales por la Universidad Camilo José Cela, donde imparte clases de Estructura Económica e Historia del Pensamiento Económico. Domina el inglés y y el francés gracias a su periodo como asesor en el Parlamento Europeo.

En 2004 obtuvo el acta de concejal del Ayuntamiento de Madrid, que revalido en las elecciones municipales del año 2007. Un año después fue incluido en la lista del PSOE al Congreso de los Diputados sin obtener escaño, que obtuvo en 2009 tras la renuncia de Pedro Solbes a su acta. En los comicios repitió en la lista de la Cámara Baja, en un puesto 11 que le cerro las puertas de entrada en un primer momento (el PSOE obtuvo 10 diputados por Madrid), hasta que en enero de 2013 Cristina Narbona abandonó su acta.

El diputado por Madrid ha mostrado su "disposición total" a liderar el PSOE y, aunque ha precisado que aún no ha tomado la decisión definitiva, ha admitido que sopesa "seriamente" presentar su candidatura a la Secretaría General con independencia de que se haga un congreso abierto o no.

Sánchez ha dejado claro que tiene "fuerza y energía acumulada" como para dar el paso y que está evaluando los apoyos con los que cuenta antes de tomar la decisión.

"Tengo todas las ganas del mundo y la disposición total a liderar el PSOE", ha manifestado Sánchez, que ha reconocido abiertamente que llevaba meses preparándose para concurrir a las primarias abiertas de noviembre y en cuya opinión los llamados "protocandidatos" están casi obligados a dar el paso en el congreso si son "coherentes".

En este sentido, ha reiterado una idea: "Un líder quiere serlo sean cuales sean las condiciones y yo valoro seriamente presentarme".

Y lo hará con independencia de que se abra la elección del secretario general a los 200.000 militantes socialistas o a que se haga por el voto de los delegados, porque, a su entender, no es tan importante el cómo sino el qué.

Después de criticar que la dirección federal de su partido no haya dado "el mejor de los ejemplos" estos días, la ha emplazado a que resuelva "de una vez por todas" el método de elección del secretario general, teniendo en cuenta que es necesario dejar de mirarse "de reojo" unos a otros para mirar "a la militancia a los ojos".

También ha destacado el "poderío" de la presidenta andaluza, Susana Díaz, ha afirmado que tiene por ella "la mejor de las consideraciones" y ha indicado que es "una líder ganadora" y "un activo político" para Andalucía y para España.

A la espera de saber cuál es el pronunciamiento de Díaz, Sánchez ha insistido en que es mejor la competencia que la aclamación, en alusión a la salida en tromba de buena parte de los dirigentes territoriales reclamando a la presidenta de la Junta que lidere el PSOE.