Meta desplegará un cable submarino de 50.000 kilómetros para conectar cuatro continentes

Meta ha anunciado la puesta en marcha del Proyecto Waterworth, la que considera su iniciativa más ambiciosa hasta la fecha para extender la conectividad global mediante un cable submarino de más de 50.000 kilómetros, capaz de unir América, África, Oceanía y Asia. La longitud prevista para este sistema supera incluso la circunferencia de la Tierra, que es de aproximadamente 40.000 kilómetros.
La compañía de Mark Zuckerberg ha señalado que el objetivo del proyecto es impulsar la cooperación económica, favorecer la inclusión digital y fortalecer las denominadas “autopistas digitales” del mundo, dotándolas de una mayor escala, capacidad y fiabilidad.
El cable contará con 24 pares de fibras y será capaz de alcanzar profundidades de hasta 7.000 metros bajo el océano. Además, aplicará un enrutamiento innovador para evitar zonas de alto riesgo, como las cercanas a la costa, donde suelen producirse fallos por la actividad marítima.
Se trata de un proyecto plurianual que implicará una inversión multimillonaria, aunque Meta no ha especificado la cifra exacta. Esta infraestructura abrirá tres nuevos corredores oceánicos que permitirán garantizar una conectividad de alta velocidad y gran capacidad, adecuada para responder a las crecientes demandas que exige el desarrollo de la Inteligencia Artificial y otras tecnologías emergentes.
Desde Meta han subrayado que este proyecto busca “permitir una mayor cooperación económica, facilitar la inclusión digital y abrir oportunidades para el desarrollo tecnológico en las regiones conectadas por el cable submarino”. La compañía considera que esta nueva infraestructura será clave para acelerar El Progreso digital, especialmente en zonas que aún presentan dificultades de acceso a Internet.
Waterworth se sumará a otras iniciativas de cables submarinos promovidas por Meta en los últimos años, como 2Africa, considerado el cable submarino más largo del mundo hasta la fecha, con 45.000 kilómetros. Este proyecto conectará 33 países de África, Europa y Asia, y su puesta en funcionamiento está prevista entre 2024 y 2025.
En el contexto global, la implantación de cables submarinos se ha consolidado como una infraestructura estratégica para garantizar la conectividad digital. Actualmente, se estima que más del 95% del tráfico de datos y comunicaciones internacionales circula a través de estos cables. Su despliegue resulta esencial no solo para asegurar el funcionamiento de servicios como redes sociales o plataformas de streaming, sino también para garantizar el comercio electrónico, las operaciones financieras y el desarrollo de la inteligencia artificial.