La Plataforma Ecologista exige la retirada de la presa de Peñascales en Torrelodones por su alto coste y riesgo sanitario
La Plataforma Ecologista Madrileña califica la presa de Peñascales como una carga económica injustificada para los vecinos de Torrelodones. Acusan al Ayuntamiento de buscar insistentemente un uso para justificar su existencia, atribuyéndole un valor ambiental exagerado o creando figuras de protección inexistentes.
Desde 2019 se han incoado tres expedientes de extinción sobre la infraestructura, tras el abandono de la concesión original destinada al abastecimiento de la urbanización de Los Peñascales. En la actualidad, el Ayuntamiento tramita una nueva concesión.
Los ecologistas aseguran que los usos previstos son insuficientes e injustificados para el mantenimiento de una presa de 18 metros de altura. Estos serían el empleo recreativo del vaso, el riego de jardinería municipal y como recurso contra incendios forestales.
En sus alegaciones, advierten de la peligrosidad sanitaria por utilizar aguas contaminadas con fines recreativos, cuestionan el escaso volumen destinado a riego (2.920 m3 anuales) y critican que el Ayuntamiento se niegue a facilitar los análisis de calidad del agua. Afirman que el aprovechamiento para incendios nunca fue respaldado por la Comunidad de Madrid, cuya postura ha sido siempre favorable a la retirada de la presa.
El colectivo ecologista también destaca el alto coste de mantenimiento para las arcas municipales y sostiene que, tarde o temprano, será inevitable la retirada de la barrera fluvial. “Las concesiones son temporales y la restauración definitiva del cauce es una obligación del titular”, recuerdan.
El arroyo Trofa está siendo objeto de trabajos de restauración en su desembocadura en el río Manzanares, aunque los ecologistas consideran que sería necesario actuar también aguas arriba para reducir la contaminación y la erosión del tramo bajo.
La presa es una amenaza sanitaria
Además, la plataforma considera que la presa supone un riesgo sanitario por el vertido permanente de un millón de metros cúbicos anuales de aguas residuales procedentes de la EDAR de Hoyo de Manzanares, lo que convierte la lámina de agua en una zona insalubre con malos olores y emisiones de metano, además de episodios de mortandad de peces.
La plataforma sostiene que la recuperación del arroyo pasa por la retirada definitiva de la presa y la extracción de lodos acumulados en el fondo. “El Ayuntamiento debe asumir sus responsabilidades como titular de esta infraestructura en desuso”, insisten.
Los ecologistas también cuestionan la solicitud de nueva concesión presentada por el Consistorio, al considerarla insuficiente. Aseguran que se limita a seis folios con datos históricos y que existe un desfase notable entre la capacidad de la presa (123.000 m3) y el aprovechamiento previsto (2.920 m3/año), calificándolo de irracional.
Las organizaciones que integran la Plataforma Ecologista Madrileña (ARBA, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, GRAMA, Jarama Vivo y Liberum Natura) han solicitado a la Confederación Hidrográfica del Tajo la denegación de la concesión, la retirada de la infraestructura y la restauración ambiental de la zona, incluyendo la estabilización de suelos y la revegetación.
