Correa controlaba la contratación pública en Arganda con pagos y regalos a funcionarios

El ex inspector jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), Manuel Morocho, ha asegurado este martes durante el juicio por las adjudicaciones irregulares en el Ayuntamiento de Arganda del Rey que el cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, ejercía un control absoluto sobre la contratación pública en el consistorio. Así lo ha manifestado en su declaración como testigo en la vista oral, donde se analiza el entramado de adjudicaciones amañadas que operó en esta localidad del sureste madrileño.
A preguntas de la Fiscalía Anticorrupción, Morocho ha ratificado los informes elaborados durante su etapa al frente de la investigación, entre los años 2007 y 2020, detallando que la estructura dirigida por Correa operaba con una apariencia formal de legalidad que, en realidad, encubría un control interno por parte de la organización. Según el testimonio del agente, los pliegos administrativos de los contratos aparentaban seguir el procedimiento legal establecido, pero las decisiones reales se adoptaban previamente entre los miembros de la red.
En sus palabras, los investigadores pudieron constatar que las comunicaciones intervenidas revelaban la preparación anticipada de las adjudicaciones, así como la ejecución de acciones orientadas a asegurar el resultado deseado por la trama. La documentación examinada incluía expedientes con fechas y diligencias que trataban de mantener una imagen reglada, mientras que en paralelo los implicados decidían de antemano a qué empresa se asignarían los contratos.
Francisco Correa, por su parte, reconoció en su declaración como acusado haber encabezado el esquema corrupto en Arganda del Rey. Afirmó que, a cambio de la adjudicación de contratos, se efectuaban pagos y favores a funcionarios. Preguntado por el fiscal, Correa admitió que esta retribución se manifestaba en forma de viajes, pagos en especie y organización de eventos personales como bodas. "Solía ser generoso con ellos", señaló sin ambages ante el tribunal.
De los 21 encausados inicialmente, solo 19 continúan en el proceso tras el fallecimiento de Manuel Salinas y del empresario José Luis Martínez Parra. Entre los procesados, 18 han admitido su implicación en los hechos según el relato del Ministerio Público. Tan solo el empresario Luis Bremond ha rechazado alcanzar un acuerdo con la Fiscalía. En relación a su participación, la defensa ha cuestionado a Morocho sobre la existencia de Correos o comunicaciones que lo mencionaran, a lo que el testigo ha respondido que no se halló ninguna referencia directa, salvo su firma en una factura y una orden de pago relativa a unas Olimpiadas locales.
La sesión concluyó con el testimonio de Morocho, una figura constante en los diferentes juicios derivados de las investigaciones del caso Gürtel. El presidente del tribunal, el magistrado Fernando Andreu, ha ironizado al cerrar la jornada afirmando que “ya solo queda uno”, en alusión a la última pieza del caso pendiente de enjuiciamiento.