La cúpula de Vitaldent

Prisión provisional de los tres principales implicados en la red de fraude de la cadena Vitaldent, entre ellos su propietario, Ernesto Colman. Por fin esta semana hemos conocido la sentencia del hombre que tenía dos cuentas en Suiza.
La cúpula de Vitaldent, para que se haga una idea, recibía cada año 17,2 millones de euros en B solamente de las 146 clínicas propias que tenía la cadena, como así recoge el auto de prisión de la jueza, que considera probado que un grupo de personas, entre ellas el propietario, había diseñado "un complejo sistema defraudatorio hacia los franquiciadores, clientes y pacientes y la propia Hacienda".
Cada clínica tenía que pagar en efectivo a la matriz el 10 por ciento de la franquicia acordada. Pero además, se había articulado un sistema de recogida de dinero en efectivo para las clínicas propias y otras de confianza que ascendía a 10.000 euros mensuales.
Se les imputan delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales, falsedad documental, estafa, apropiación indebida, delito contable y delito de organización criminal. Quien la hace, la paga.