Maestre, los sentimientos religiosos y la libertad de expresión

El delito de Rita Maestre contra los sentimientos religiosos le ha salido a la portavoz del Ayuntamiento a 12 euros diarios durante un año. Ese es el coste por manifestarse con el torso descubierto en la capilla de la Universidad Complutense en 2011 cuando el fiscal pedía un año de cárcel.

"Entiendo, entendemos que esto no afecta ni interviene en la labor de portavoz del Ayuntamiento de Madrid y no voy a modificar mi posición como portavoz", fueron las palabras de Maestre cuando comunicó la sanción acompañada por su equipo.

Esto supone una vulneración del código ético de Ahora Madrid, ya que debería haber sido cesada o haber dimitido por estar imputada. En ningún momento ha pasado por la cabeza de Rita dimitir o por la de Carmena cesar a su portavoz.

El "poder clitoriano contra el vaticano" de Rita y sus amigas en la capilla de la Complutense se quedan en una condena irrisoria si lo comparamos con la petición del fiscal. Reacciones como la de Begoña Villacís, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, pidiendo que apliquen "la misma vara de medir" que ellos imponían a otros partidos y a otros políticos antes de las elecciones llaman a la lógica.

Carmena, sin embargo, critica el actual "momento de involución de la libertad de expresión". La alcaldesa y todo su equipo de Gobiero están muy (mal) acostumbrados a acogerse a aquellas palabras según les conviene en cada momento, a las leyes, a los artículos y a los tiempos para seguir engañando a los madrileños.

Rita Maestre, con todas las defensas que ha tenido de la cúpula de Podemos, parece al final ser una pobrecita que no ha hecho nada. La manera de dar la vuelta a la tortilla de los del partido morado es terrible. Una sanción que se ha quedado en 'nada', como siempre, para lo que podría haber sido.