El Ayuntamiento reconoce un "déficit de control" en el área de Cultura

El Ayuntamiento de Madrid reconoce que en el área de Cultura y Deportes existe un "déficit de control" y una necesidad de programar "previamente", "puntos débiles" que llevan al equipo de Gobierno a adoptar medidas como la contratación de un vocal asesor de la Alcaldía para el área de Gobierno.
Esta idea se desprende del informe del área de Cultura y Deportes elaborado para los grupos municipales sobre la planificación de las fiestas del Carnaval, en el que, sobre la polémica obra con escenas de violencia programada en horario infantil, se apunta que "no hay en todo el expediente ningún documento que acredite que alguna de las personas que intervinieron en la preparación y contratación del Carnaval tomara a su cargo la comprobación del contenido del espectáculo".
El Ayuntamiento apuntala así en su informe la idea sostenida por la alcaldesa, Manuela Carmena, en la rueda de prensa que ofreció después de que el pasado 5 de febrero la Policía detuviese y el juez encarcelase a dos titiriteros, acusados de enaltecimiento del terrorismo por exhibir en un espectáculo infantil de títeres una pancarta en la que podía leerse 'Gora ALKA-ETA'.
En aquella comparecencia, la alcaldesa se mostró partidaria de indagar sobre la responsabilidad del área de Cultura y de la Junta de distrito de Tetuán para averiguar por qué no se hizo una "labor de análisis y seguimiento" para conocer el contenido de la obra.
El informe sobre lo sucedido indica que no hay en todo el expediente ningún documento que acredite que se comprobó el contenido de ese espectáculo y su adecuación al público infantil, comprendido entre "todos los públicos" al que la función iba destinada.
El documento indica que, a propuesta de la concejalía de Tetuán, se solicitó presupuesto a Ramón Ferrer (pregonero en las fiestas del distrito y licenciado en sociología) para diseñar los contenidos artísticos del Carnaval y éste lo presentó por 5.699,10 euros -tenía un límite de 5.700-.
El 13 de enero, según este documento, se remitió a Madrid Destino la encomienda de la organización del Carnaval por importe máximo de 348.752 euros, dependiente del Departamento de Actividades Culturales, que dirige Mercedes Serrano.
En cumplimiento de la encomienda de gestión, Madrid Destino contrató a Ramón Ferrer en calidad de comisario y nombró a Lucía Callén como coordinadora artística.
Sobre el espectáculo 'La Bruja y Don Cristóbal' y la compañía 'Títeres desde abajo' sólo hay datos de contacto, fecha y hora del espectáculo, elementos y servicios técnicos necesarios y su coste, y la entidad que aparece como contratada es "Asociación Casa Taller de Marionetas de Pepe Otal".
El contrato lo firma Yolanda Mayo precedido de las palabras manuscritas 'por orden', por un precio de 1.000 euros.
No obstante, un informe legal indica que no hay ningún contrato firmado con Ramón Ferrer ni con Lucía Callén, a quien el 6 de febrero, un día después de que tuviese lugar la representación de los polémicos títeres, se le envió un contrato a suscribir entre Madrid Destino y la Asociación Onda Merlín Comunitaria Radio Sureste, para la que ésta trabajaba.
El objetivo era que la asociación incluyese el estudio, la selección y la proposición de los elementos artísticos de la producción de las fiestas, pero ni la asociación ni Lucía Callén firmaron el contrato y ella escribió al Ayuntamiento el 10 de febrero "negando que tuviera encomendadas las labores de dirección artística".
Además, en el presupuesto de la encomienda de gestión aparece una partida de 2.500 euros más IVA para comunicación en redes sociales, pero los canales de Facebook y Twitter fueron asumidos en todo momento por los propios programadores.