Memoria Histórica

Manuela Carmena y sus secuaces han reabierto heridas de guerra. De la Guerra Civil que azotó a España durante tres años y que más de siete décadas después sigue enfrentando a gente que, incluso, nació en Democracia.

José Luis Rodriguez Zapatero puso en marcha la Ley de la Memoria Histórica con la intención de honrar a tantos como su abuelo que lucharon en el bando Republicano y que, según dicen, nadie se acuerda de ellos.

Años después, un gobierno de extrema izquierda moderado por la ex jueza Carmena no quiere quedarse atrás en eso de separar a España en dos bandos y ha decidido cambiar el nombre de algunas calles con pasado franquista por las de otros con pasado republicano.

Y así evoluciona Epaña al ritmo de los que nunca vivieron la Guerra y algunos ni sus secuelas pero insisten en dividir al país o, al menos, recordar que aquí hay dos bandos. Ni el Berlín más retrógado donde en pleno Siglo XXI los vecinos siguen diferenciando a los que estaban a un lado y a otro del muro. España es peor porque las nuevas generaciones tienen el veneno de la venganza.

Si Carmena se sale con la suya y pone patas arriba el callejero será responsable de una involución histórica. Qué fue de aquella Memoria Histórica donde había que recordar el pasado para que no se volviera a repetir. ¿Es mejor el rencor?