La UAM presenta un estudio de las emociones básicas en las sociedades indígeneas

Un trabajo internacional en antropología y psicología social dirigido por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha determinado que las expresiones de las emociones básicas, como la "cara de miedo", se interpretan de manera distinta en sociedades indígenas no occidentales.
El estudio ha sido publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences y se basa en experimentos con poblaciones de las Islas Trobriand (en Papúa Nueva Guinea); tras un trabajo de campo realizado por el psicólogo de la UAM Carlos Crivelli y el antropólogo del Museo Americano de Historia Natural, Sergio Jarillo.
Ambos investigadores llevaron a cabo procedimientos testados en la cultura local, tras haberse integrado en la comunidad y ser capaces de expresarse fluidamente en la lengua nativa (kilivila), según ha detallado la UAM en una nota de prensa.
En una primera fase del estudio se enseñó a los adolescentes de aquella comunidad varias expresiones de emoción, y la mayoría de las personas interpretaron la "cara de miedo" como enfado y amenaza; al igual que en la segunda parte del proceso, cuando los nativos volvieron a identificar esa expresión como una señal de ataque.
El mismo test se aplicó a un grupo de adolescentes españoles, que identificaron el gesto amenazante más frecuente con la "cara de enfado".
Estos resultados han permitido a los investigadores concluir que las sociedades con un "grado notable de aislamiento" cultural y visual respecto a la cultura occidental interpretan la "cara de miedo" como un indicador de enfado y amenaza, en lugar de miedo y sumisión, ha explicado la UAM.
Estas conclusiones han llevado a los investigadores a lanzar nuevas preguntas, como si hay otras expresiones "supuestamente universales que en realidad no lo son", o cuál es la magnitud de las diferencias culturales en la producción y reconocimiento de expresiones.
El trabajo, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, también lo firma James A. Russell, del Boston College (Estados Unidos), y fue dirigido por el catedrático de Psicología Social de la UAM, José-Miguel Fernández-Dols.