Sara Martínez se despide del atletismo con una plata en París

La atleta madrileña Sara Martínez cerró este domingo su carrera deportiva con una emotiva medalla de plata en El Salto de longitud de la clase T12 para deportistas con discapacidad visual, en los Juegos Paralímpicos de París. Esta presea representa la duodécima para la delegación española y es el broche de oro a la trayectoria de una deportista que debutó con solo 14 años en Atenas 2004 y que ahora, dos décadas después, pone fin a su paso por el atletismo.
Martínez, de 33 años, repitió el subcampeonato conseguido en los Juegos de Tokio 2020 gracias a un salto de 5,40 metros en su último intento. Aunque su marca quedó lejos de los 5,78 metros que le dieron el oro a la ucraniana Oksana Zubkovska, la madrileña demostró una vez más su calidad y determinación sobre la pista, destacando entre una competencia de alto nivel.
Una carrera dedicada al atletismo
La madrileña había anticipado su retiro antes de viajar a París y, tras su brillante actuación, confirmó su decisión: "Nada, se acabó, se acabó", declaró sonriente en la zona mixta. Consciente del legado que deja, Martínez confesó que ahora buscará disfrutar de otros Deportes como la escalada y el ciclismo: "El atletismo me gusta, pero hay otras cosas que también me apasionan y sin el miedo de hacerme daño".
La plata de Martínez es la tercera medalla en salto de longitud para España en esta edición de los Juegos, sumándose a los bronces logrados por Alba García y Joan Munar en la categoría T11. Además, se trata de la cuarta medalla en total para el atletismo español en París, que ya acumula tres oros y ocho bronces, destacando el alto nivel competitivo del equipo nacional.
Martínez llegó a París motivada por su reciente subcampeonato mundial en Kobe, Japón, y desde su primer salto de 5,35 metros se ubicó en la segunda posición, asegurando su lugar en el podio. En un último intento, ya liberada de la presión, logró su mejor marca de la temporada con 5,40 metros. La finlandesa Lina Lounela, con 5,19 metros, y la argelina Lynda Hamri, con 5,30 metros, completaron un podio idéntico al de los últimos Juegos en Tokio.
Una despedida cargada de emoción
El último salto de Sara Martínez fue especial, no solo por ser el mejor de su concurso, sino porque marcó el cierre de su carrera. "Me dije a por todas, pero de la emoción he saltado fatal. Salí muy motivada, demasiado, y eso me descontroló. Pero ya está, trabajo terminado y con buenas notas", confesó la atleta, visiblemente emocionada.
Las sensaciones de Martínez durante el concurso fueron positivas y destacó lo bien que se sintió: "Es la primera vez que he competido con tantas ganas, con nervios, pero mucho menos de los habituales y estoy muy contenta con el trabajo hecho". Además, remarcó la importancia del público parisino, que no dejó de animarla: "Un público excelente, lo más grande", afirmó con gratitud.
En la final también participaron sus compañeras Sara Fernández, octava con 4,75 metros, y Sydney Fokou, que finalizó séptima con 4,84 metros en su debut paralímpico. Además, el velocista Winsdom Asisosa Ikhiuwu, en sus primeros Juegos, no pudo superar las series de los 100 metros T13, cerrando así la jornada de los españoles en el atletismo.
Con esta emotiva despedida, Sara Martínez deja un legado imborrable en el atletismo español, destacando no solo por sus logros, sino por la pasión y dedicación que demostró en cada una de sus competiciones a lo largo de estos 20 años.
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