La parte del microondas que muchos no limpian ni conocen

El microondas se ha convertido en un electrodoméstico imprescindible en los hogares españoles por su rapidez y facilidad de uso, pero son pocos los que prestan atención a un componente esencial para su buen funcionamiento: una pequeña placa que muchos creen de cartón, pero que desempeña un papel fundamental en la protección del aparato y la correcta distribución del calor.

Esta lámina protectora, conocida como placa mica o waveguide, está situada habitualmente en el lateral o la parte superior del interior del microondas. Fabricada con un mineral de alta resistencia al calor y la electricidad, su misión es impedir que restos de grasa, alimentos o vapor alcancen el magnetrón, la pieza encargada de generar las microondas. A su vez, favorece la adecuada dispersión de las ondas electromagnéticas, permitiendo que los alimentos se calienten de manera uniforme y evitando daños en el electrodoméstico por acumulación de suciedad o humedad.

Un descuido en el mantenimiento de la placa mica puede derivar en chispazos, sobrecalentamientos e incluso cortocircuitos, comprometiendo tanto la seguridad del usuario como la durabilidad del aparato. Expertos en reparaciones eléctricas advierten de que muchas de las averías en microondas tienen su origen en un deterioro de esta pieza, cuyo mal estado puede pasar inadvertido hasta que se producen los primeros síntomas visibles, como destellos de luz o ruidos anómalos durante el funcionamiento.

La limpieza adecuada de la placa mica se revela clave para prevenir estos problemas. Más allá de la higienización habitual del plato giratorio o las paredes del microondas, es necesario prestar especial atención a esta lámina protectora, evitando que se acumule grasa o se adhieran restos de comida. Los especialistas recomiendan pasar un paño húmedo con jabón neutro tras cada uso y evitar productos abrasivos que puedan dañar la superficie de la placa.

Cuando la suciedad se encuentre incrustada, puede recurrirse a una mezcla de agua caliente con bicarbonato de sodio, aplicándola suavemente con un paño. Otra alternativa efectiva consiste en calentar un recipiente con agua y vinagre durante diez minutos, para que el vapor reblandezca los restos adheridos, facilitando su retirada con una esponja.

El deterioro de la placa mica se suele producir por un uso inadecuado del microondas. Introducir utensilios metálicos, papel de aluminio o recipientes con detalles dorados, provoca chispas que pueden perforar la lámina protectora. Calentar huevos crudos, uvas o zanahorias con cáscara o piel intacta puede generar explosiones internas, salpicando la placa y deformándola por el impacto y el calor. Líquidos inflamables, como alcohol, también constituyen un peligro, al poder arder dentro del microondas y dañar sus componentes. No menos importante es la falta de limpieza, ya que la grasa acumulada puede carbonizarse con el uso continuado, produciendo quemaduras en la placa y deteriorando su capacidad aislante.

Cuando la placa mica presenta quemaduras, perforaciones o zonas ennegrecidas, resulta imprescindible reemplazarla antes de seguir utilizando el microondas. De lo contrario, las chispas y sobrecalentamientos podrían afectar el magnetrón o incluso provocar un cortocircuito.

Sustituir esta pieza es un procedimiento sencillo y económico, accesible para cualquier usuario sin necesidad de recurrir a un técnico. Las placas mica de repuesto están disponibles en ferreterías, tiendas de electrodomésticos y grandes superficies, así como en comercios electrónicos especializados. El único requisito es asegurarse de adquirir una lámina de las dimensiones adecuadas y seguir las instrucciones del fabricante para su correcta instalación.

La vida útil del microondas depende en gran medida del buen estado de esta placa, una pieza humilde y discreta que suele pasar desapercibida, pero que resulta vital para la seguridad y eficiencia del electrodoméstico.