El amor no muere, se reinventa (al menos en el universo Agatha) 

Agatha Ruiz de la Prada vuelve a triunfar con su colección Otoño- Invierno 2025-2026 en la 81ª edición de MBFW Madrid.

En esta ocasión Shakespeare se apropia de la pasarela, pero con un estilo un tanto diferente. Si el poeta hubiera conocido a la diseñadora, Romeo y Julieta no habría sido un drama de tragedia, sino todo lo contrario, un estallido de color y revolución en la moda. El amor no muere, se reutiliza y se transforma como la moda. 

Agatha Ruiz de la Prada X Humana

En esta ocasión Agatha Ruiz de la Prada y Humana han hecho “match” para mostrar de la mano lo que supone reinventar el futuro. La diseñadora es La Vanguardia mientras que Humana va mucho más allá de lo que denominamos “el presente”. Agatha Ruiz de la Prada X Humana se apropia del pasado para crear el futuro. 

La pasarela ha sido un escenario vibrante donde lo chic cosmopolita se fusionó con la irreverencia de la cultura hip-hop. Ritmos urbanos, maquillajes futuristas y siluetas oversize marcaron el desfile, mientras una pantalla ciber-futurista proyectaba la llegada de una nueva era en la moda: la del upcycling.

El evento no solo deslumbró por su estética audaz, sino también por su mensaje de compromiso con la sostenibilidad. La moda puede reinventarse sin perder su esencia y así lo demuestra Agatha, apostando por materiales reciclados y procesos innovadores que desafían los límites de la industria. Más que una tendencia pasajera, este desfile dejó en claro que cuando la creatividad y la conciencia ambiental se encuentran, no desaparecen: se inmortalizan.

Una edición más, la diseñadora ha vuelto a contar con Carlos Marán para la dirección artística del desfile, consolidando así su visión renovada de la marca.

Donde otras marcas han visto el fin, Agatha ve El Progreso, un avance vintage que no supone el desperdicio de la moda. Con creatividad, color y mucha imaginación (lo que define a la diseñadora), la firma ha transformado lo que estaba destinado a desaparecer en prendas vibrantes, sorprendentes y llenas de vida. 

En el universo Agatha nada se desecha, todo se reinventa

Esta colección es un manifiesto de transformación en el que prendas destinadas al descarte se convierten en elementos únicos. Puños y cuellos ahora se presentan como lazos y flores, símbolos inconfundibles de la firma. Cordones y retales reciclados se transforman en flecos dinámicos que dan movimiento a los vestidos, mientras que el denim cobra nueva vida en el icónico vestido gusano. Además, la deconstrucción de camisas ha dado lugar a faldas, tops y vestidos, con especial protagonismo para un innovador vestido de novia confeccionado a partir de camisas blancas, un símbolo perfecto de sostenibilidad y elegancia. Incluso el calzado sigue esta filosofía de reutilización, rescatando modelos de archivo que ya han brillado en anteriores pasarelas en lugar de fabricar nuevos diseños.

Agatha Ruiz de la Prada ha ampliado su universo con aliados de lujo

Desde las sofisticadas Ostras Sorlut hasta el galardonado Aceite Señoríos de Relleu, cada pieza y detalle de esta colección respira exclusividad y eleva la experiencia sensorial. La diversión y la sofisticación se encuentran en productos como el Caviar Ambrose & Paubet, los elegantes cascos de moto NZI, y la tentadora dulzura de Chocolates Marcos Tonda.

El desfile de sabores no se detiene ahí: la esencia inconfundible de Sal y Pimienta Carmencita y las coloridas y sorprendentes palomitas Popit añaden un toque gastronómico innovador. Además, el mundo pet-friendly también tiene su espacio en esta colección gracias a My Pug and Co, que suma una dosis de ternura con adorables modelos caninos.

Los aliados de siempre también dicen presente: Puig, con su indiscutible sello en el mundo del perfume, y Optim Vision, que invita a ver la vida en todo su esplendor. Complementando los looks, los bolsos de NOCO aportan equilibrio entre estilo y funcionalidad, mientras que Ecobel se une a la iniciativa para recordar que la moda y la sostenibilidad pueden ir de la mano, limpiando no solo los armarios, sino también el planeta.

Con FW25, Agatha Ruiz de la Prada reafirma su compromiso con la moda circular, demostrando que la creatividad y la sostenibilidad pueden ir de la mano sin perder la esencia vibrante y única de su firma. Una propuesta que no solo viste, sino que también inspira.