Los cuernos de Don Friolera llega a Teatros del Canal hasta el 23 de marzo con una versión renovada
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La directora Ainhoa Amestoy presenta en Teatros del Canal una nueva versión de Los cuernos de Don Friolera, de Ramón María del Valle-Inclán, dentro de su Trilogía de Carnaval.
La obra, una tragedia grotesca, se podrá ver hasta el 23 de marzo y contará con encuentros con el público los días 5, 11 y 18 de marzo.
Publicada hace exactamente cien años, la obra fue escrita en un momento de plenitud literaria del autor gallego. Un año después de su publicación, Valle-Inclán presentó Las galas del difunto y, en 1927, La hija del capitán, completando así la trilogía. Sin embargo, debido a su carácter rupturista y moderno, estas obras tardaron décadas en ser representadas en los escenarios de forma continua.
Un elenco encabezado por Roberto Enríquez
El actor Roberto Enríquez encarna al protagonista, el teniente Don Friolera, en un elenco que incluye a Nacho Fresneda, Lidia Otón, Ester Bellver, Pablo Rivero Madriñán, Miguel Cubero, José Bustos e Iballa Rodríguez.
Según Ainhoa Amestoy, Valle-Inclán explora en esta obra la estética del esperpento, que había comenzado en Luces de Bohemia, presentando la historia en tres formatos distintos: títeres, obra teatral y romance de ciego. La trama sigue a un militar atrapado en una espiral de locura tras recibir un anónimo con información infundada sobre su esposa, reflejando la influencia de los bulos y las fake news en la sociedad.
La directora subraya que esta nueva versión se realiza con una sensibilidad ética y estética actual, poniendo de relieve problemáticas vigentes. "Con su tremendo humor y crudeza teatral, me resulta un reto enriquecedor llevar a escena esta obra de Valle", ha declarado Amestoy.
Una puesta en escena expresionista
La adaptación de Amestoy apuesta por el expresionismo y la nueva objetividad, buscando plasmar una realidad exacerbada y cruda que ahonda en las emociones humanas. El vestuario combina influencias del Siglo XX con referencias pictóricas de Otto Dix y Julio Romero de Torres, mientras que la iluminación y la música —con un registro que va del techno a la música popular— acompañan la descenso a los infiernos del protagonista.
Este montaje forma parte del sello Creación Canal, que apoya la producción de nuevas propuestas teatrales en Madrid.
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