Dávila critica la falta de información sobre el brote en el centro de refugiados de Pozuelo

La consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Ana Dávila, ha defendido este lunes la transparencia de su Consejería frente a la "opacidad" del Gobierno central en la gestión de la intoxicación alimentaria que afectó a 142 personas en el centro estatal de refugiados en Pozuelo de Alarcón. Dávila ha contrastado esta situación con la respuesta que ofreció la Comunidad de Madrid ante un incidente similar en dos centros infantiles de Torrelodones, donde se informó de manera inmediata sobre lo ocurrido.
Dávila hizo estas declaraciones tras la inauguración de la jornada 'Soledad no deseada: el desafío que nos conecta', organizada por Cruz Roja. Durante el acto, la consejera reiteró que "lo sucedido en Pozuelo está absolutamente oculto" y criticó la falta de explicaciones por parte del Gobierno central, en contraposición a la claridad mostrada por la Consejería de Familia ante el brote de intoxicación en los centros infantiles de Torrelodones.
Intoxicación alimentaria en Torrelodones y Pozuelo
La Dirección de Salud Pública de la Comunidad de Madrid notificó dos brotes de gastroenteritis aguda (GEA) de origen alimentario entre el 4 y el 10 de noviembre, afectando a un total de 177 personas de las 808 expuestas, según el Boletín Epidemiológico Semanal de la Dirección General de Salud Pública.
El primer brote se registró en el Centro de Recepción, Atención y Derivación de Refugiados (CREADE) de Pozuelo de Alarcón, afectando a 142 personas entre las 600 expuestas, lo que supone una tasa de ataque del 23%. Según el informe elaborado por la Dirección General de Salud Pública, dirigida por Elena Andradas, el origen del brote se encuentra en "deficiencias significativas en la manipulación de los alimentos" servidos por el servicio de catering del centro. La Comunidad de Madrid ha señalado que no ha recibido explicaciones detalladas por parte del Gobierno central sobre el incidente.
El segundo brote afectó a la residencia infantil Nuestra Señora de Lourdes y a la escuela infantil El Tomillar, ambas ubicadas en Torrelodones. Según fuentes de la Consejería de Familia, la causa de la intoxicación fue "una ruptura en la cadena de frío" de un cocido tras su elaboración en la cocina de la residencia. Dávila explicó que el problema fue controlado en un plazo de 48 horas y que ninguno de los afectados presentó síntomas graves.
Transparencia frente a opacidad
Ana Dávila subrayó que la Consejería de Familia ofreció explicaciones detalladas desde el primer momento sobre el incidente en Torrelodones, haciendo pública la causa y el proceso de control del brote. "Nosotros hemos dado todas las explicaciones necesarias. Se trató de una intoxicación leve que fue abordada de inmediato por Salud Pública", afirmó la consejera, quien insistió en que el informe determinó un fallo en el enfriamiento de los alimentos, que fue rápidamente corregido.
En cambio, Dávila criticó la falta de información sobre el brote en el centro de refugiados de Pozuelo, gestionado por el Gobierno central. "Lo ocurrido en Pozuelo no ha sido explicado, y seguimos sin conocer cuál ha sido la respuesta del Ejecutivo", señaló la consejera, añadiendo que se trata de un caso grave por el alto número de personas afectadas.
Problemas en la manipulación de alimentos en el centro de refugiados
El informe de la Dirección General de Salud Pública indica que la intoxicación alimentaria en el CREADE de Pozuelo de Alarcón se debió a fallos en la manipulación de los alimentos por parte del servicio de catering encargado de los menús. Esta deficiencia ha sido señalada como la causa principal del brote de gastroenteritis, afectando a un número significativo de residentes en el centro.
El brote de Pozuelo ha generado preocupación en la Comunidad de Madrid, que ha pedido explicaciones al Gobierno central sobre las medidas adoptadas para evitar que incidentes similares se repitan. Dávila insistió en la necesidad de "transparencia y claridad" en la gestión de este tipo de situaciones, especialmente cuando se trata de centros que alojan a personas vulnerables, como es el caso de los refugiados.
La Consejería de Familia ha solicitado al Gobierno central que informe públicamente sobre el estado de los afectados y las acciones emprendidas para controlar el brote en el centro de refugiados de Pozuelo. Ana Dávila hizo un llamamiento a la responsabilidad y a la necesidad de mejorar los protocolos de seguridad alimentaria en estos centros para prevenir futuras intoxicaciones.
Dávila concluyó su intervención recordando que "la salud y el bienestar de las personas son una prioridad absoluta", y que es imprescindible actuar con transparencia en estos casos. "No se pueden ocultar incidentes de esta gravedad, y se debe informar a las autoridades competentes para garantizar la seguridad de todos", sentenció la consejera.