Siempre nos quedará París
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Escribo este comentario mientras la Europa ninguneada por Donald Trump, el "nuevo sheriff" de la Casa Blanca (Vance dixit), convocada por Macron en Paris, trata de responder con una sola voz a los prepotentes planes estadounidenses, interpretados por los analistas como un intento de instaurar un nuevo orden mundial.
A lo más, a partir de lo menos. De momento, una paz para Ucrania negociada por EE.UU. y Rusia a espaldas de la UE y en la que la propia Ucrania solo sería un sujeto pasivo, asimismo abocado a implementar la concertada voluntad de Trump y Putin.
Menos lobos.
Entre otras cosas, lo de este lunes va precisamente de objetar esa narrativa. Por higiene política y porque es una cuestión de supervivencia para la Europa cimentada sobre valores. No sobre posiciones supremacistas en el tablero mundial. Y aún sin conocer los resultados de la cumbre "informal" de París, es seguro que habrá réplica a las pulsiones depredadoras del equipo recién llegado a la Casa Blanca al mando de un jefe de la manada que quiere volver a la ley de la selva.
No todo son malas noticias. Algunas cursan como señales de que Europa no se resigna a lamerse las heridas de su decreciente influencia. Una, la sensibilidad europeísta del Reino Unido, cuyo premier, Keir Stamer, participa en la cumbre. Dos, el inequívoco rechazo a la ultraderecha por parte de democristianos y socialdemócratas alemanes, que dentro de unos días van a medirse en las urnas. Y tres, la contundente declaración de Úrsula von der Layen cuando replica a Vance: "no admitimos lecciones de democracia", dice la presidenta de la Comisión.
Otra cosa es que la réplica se quede en un volquete de palabras recalentadas por lo ocurrido la semana pasada en la conferencia de Munich, donde el vicepresidente de EE.UU., James David Vance, impartió una lección magistral sobre la verdadera democracia. La que alfombra el camino hacia el poder de un golpista y la que niega el acceso a la Casa Blanca de un medio informativo que no llama Golfo de América al que ha sido Golfo de México toda la vida.
Frente al ninguneo de la UE en las negociaciones Rusia-USA iniciadas en Arabia Saudí para declarar la paz en Ucrania, los líderes europeos reunidos en París, con asistencia del secretario general de la OTAN y el primer ministro británico, se reafirman en el respeto a la voluntad del pueblo ucraniano sobre su eventual ingreso en la UE y la OTAN, sin atenerse a lo que dicten Trump y Putin. Además, espero que se sumen a la propuesta británica de enviar tropas a Ucrania (excelente noticia que viene de un país ya extracomunitario) si hace falta, en respuesta a la eventual cancelación del apoyo militar norteamericano a Ucrania.
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