La Justicia ve indicios de agresión sexual en los relatos de cinco niñas contra el sacerdote del colegio Highlands

El sacerdote Marcelino de Andrés, vinculado a la pastoral infantil del colegio privado Highlands School, está siendo investigado por presuntas agresiones sexuales a cinco niñas de aproximadamente seis años. Según consta en un auto del Juzgado de Instrucción número 7 de Madrid, las menores relataron que el sacerdote las conducía a “sitios secretos” durante los recreos, donde les introducía supuestamente la mano por debajo de la ropa interior.
La jueza Susana Trujillano, instructora del caso, ha decretado la libertad provisional del investigado, con la imposición de medidas cautelares que incluyen la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros del colegio y de las menores afectadas. La magistrada considera que los hechos investigados son “muy graves” y podrían constituir delitos contra la libertad sexual de menores de 16 años, incluyendo la posible introducción de miembros corporales por vía vaginal.
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La investigación policial comenzó tras la denuncia presentada por el padre de una de las niñas, quien observó un cambio drástico de comportamiento en su hija: terrores nocturnos, miedo a la oscuridad, estallidos de ira y dolores físicos sin causa médica aparente. La menor confesó a sus padres que no podía dormir por cosas que le habían pasado, hablaba de sueños de “malos” y mencionaba que “el padre Marcelino a veces les molesta”, instándolas a hacer “cosas malas sin contarlo”.
Según el relato, el sacerdote aprovechaba los recreos para llevar a varias niñas a patios apartados o al baño, donde les bajaba el pantalón, les metía la mano por dentro de las braguitas y las tocaba. Una de las menores afirmó que intentó irse, pero él la chistó para que se quedara. Otra niña explicó que el sacerdote les hacía “el truco de la goma” y mencionó una visita a la capilla que evitó detallar, bloqueándose. Una tercera alumna también relató episodios similares en el baño, aunque luego se mostró evasiva.
La Policía Nacional, a través de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), detuvo al sacerdote a principios de marzo, tras la denuncia de la familia de una de las víctimas. La investigación continúa para esclarecer si existen más menores afectadas por los presuntos abusos.
El colegio Highlands School comunicó a las familias que el sacerdote ha sido apartado de sus funciones de forma inmediata y que se ha activado el protocolo de Ambientes seguros, diseñado para prevenir abusos y actuar con rapidez ante cualquier indicio. “Somos conscientes de la gravedad de los hechos denunciados y nos causa mucho dolor esta situación”, declaró en una misiva el director del centro, Jesús María Delgado.