Encuentran a un hombre en Arganzuela parcialmente devorado por su perro

La Policía Nacional localizó el martes el cuerpo sin vida de un hombre de aproximadamente 70 años en el interior de su vivienda en el número 28 de la Calle Divino Valdés, en el barrio de Delicias, distrito de Arganzuela. El hallazgo se produjo tras el aviso de varios vecinos alarmados por los gemidos del perro del fallecido, la ausencia prolongada del hombre y el estado de abandono que presentaba el inmueble.
El difunto, identificado como Antonio, era una figura conocida del vecindario, aunque vivía en soledad y mantenía escasa relación con su familia. Su presencia habitual en bares de la zona había cesado desde hacía varios días, lo que, unido al mal olor y a la acumulación de heces en el patio interior, motivó que uno de los residentes del edificio llamara al 112.
Los bomberos accedieron a la vivienda cortando la reja de una ventana del edificio. En el interior hallaron el cadáver en avanzado estado de descomposición y con señales evidentes de haber sido parcialmente devorado por su pastor alemán, de nombre Rocky.
Sin signos de violencia y con una muerte atribuida a causas naturales
Fuentes policiales han descartado la existencia de indicios de criminalidad y apuntan a que la muerte se produjo por causas naturales. La soledad y el deterioro físico progresivo del fallecido, que según vecinos llevaba tiempo enfermo y visiblemente desmejorado, habrían contribuido a la situación que desembocó en este trágico desenlace.
El perro, único compañero del fallecido, logró sobrevivir alimentándose del cuerpo de su dueño y bebiendo agua de lluvia acumulada en el patio de la vivienda. Ha sido trasladado a un centro municipal de protección animal, donde se evaluará su estado de salud y situación futura.
El caso ha conmocionado al vecindario, que recuerda a Antonio como un hombre solitario pero afable, cuya ausencia no pasó desapercibida para quienes compartían con él la vida diaria del barrio. El suceso vuelve a poner de relieve el drama silencioso de la soledad no deseada y la necesidad de fortalecer los lazos comunitarios en entornos urbanos donde muchas personas mayores viven completamente aisladas.