Carlos Clemente, exviceconsejero madrileño, niega gestiones para favorecer a Correa

El exviceconsejero madrileño de Inmigración Carlos Clemente Aguado ha negado que facilitara la contratación de empresas del líder de Gürtel Francisco Correa para la organización de actos de su departamento a cambio de comisiones.

"Nunca en mi vida fuera de mi salario he recibido un euro" ha sostenido Aguado, para quien la Fiscalía Anticorrupción pide 8 años de cárcel por supuestamente favorecer a la trama a cambio de más de 13.000 euros en tres cantidades que aparecieron anotadas en apuntes de la contabilidad B de Gürtel bajo el epígrafe "Clementina".

En la sesión 40 del macrojuicio, Aguado ha asegurado que las contrataciones no dependían de él sino de la Secretaría Técnica y ha añadido que de Correa, con el que ha admitido cierta amistad, sólo recibió los típicos regalos de empresa como "unos gemelos de 90 euros, un vaciabolsillos de latón y un albornoz, que se ha hecho famoso en este juicio, y que creo que se quedó en la Consejería".

Ha explicado también que su departamento podía celebrar unos 60 actos al año, muchos de los cuales eran meras visitas a ONG's que no necesitaban de organización, si bien carecía de un presupuesto concreto porque no se hacían obras y él solo se limitaba a dar subvenciones, siendo la competencia para el gasto de los órganos de contratación.

"No me contrataron como gerente, soy sociólogo", ha puntualizado en varias ocasiones con la intención de remarcar que se trata de alguien "honrado" y que se metió en política por "aportar algo del lado humano" no por sus dotes de "gestión".

Aguado, que ha respondido únicamente al interrogatorio de la fiscal Concepción Nicolás y de su abogado Alfonso Trallero (ante el que no ha podido evitar emocionarse al relatar su situación a raíz de ser acusado en Gürtel), ha relatado que dejó sus responsabilidades en el Gobierno regional para dedicarse en Colombia a la cooperación con la Fundación Alas.

Una vez en ese país, Correa le llamó para pedirle que intercediera a favor de un conocido de ambos -Álvaro Villegas- para obtener el puesto de gerente de una empresa de energía que dependía del Ayuntamiento de Bogotá.

Según la conversación telefónica intervenida y que ha escuchado hoy en la vista, el líder de la Gürtel le ofreció un trabajo para su mujer a cambio de esa gestión, a lo que Aguado llegó contestó que prefería una participación en el negocio.

A este respecto ha alegado que ya por aquel entonces "estaba ya en el mundo privado" y que no hizo nada para apoyara a Álvaro Villegas, exembajador de Colombia en España, porque supo después que éste no había optado al cargo que le comentó Correa.

En esta cuadragésima sesión del macrojuicio ha comparecido también Juan Ignacio Hernández, del Grupo Elba, sociedad que sirvió supuestamente de pantalla para empresas de Francisco Correa.

Hernández, que se enfrenta a una petición fiscal de 9 años y medio, que se acordó con la Comunidad de Madrid cobrar un 5% de lo facturado por cada acto, algo que nunca le pareció que fuera "ilegal".

El juicio continuará mañana con el interrogatorio a este acusado por parte de las defensas y tras él comparecerá alguno de los otros cinco acusados que quedan por declarar.