La pianista luxemburguesa Cathy Krier: “Hay mucha música que tiene la literatura como punto de partida”

La pianista luxemburguesa Cathy Krier (1985) ha construido una carrera marcada por su capacidad de convertir cada interpretación en una experiencia artística completa. Desde su debut adolescente, ha conquistado públicos en salas de todo el mundo, desde multitud de ciudades por Europa hasta Estados Unidos y China. Para la inauguración de la Philharmonie Luxembourg en 2005, Cathy Krier interpretó la versión del “Quinteto para piano a cuatro manos” de Robert Schumann, realizada por Clara Schumann, junto con el pianista Cyprien Katsaris. Hoy, Krier nos invita a explorar su nuevo álbum, “Piano Poems”, un viaje musical que conecta notas con palabras, al interpretar obras de Ravel, Liszt, Gourzi, Kontz y Prokofiev inspiradas en obras literarias. Para ella, la música y la literatura no son mundos separados, sino hilos que se entrelazan en el mismo tejido artístico.
El próximo 12 de noviembre, la pianista hará un recital de su nuevo álbum en la Fundación Carlos de Amberes de Madrid, organizado especialmente por la Embajada de Luxemburgo.
PREGUNTA:- ¿Cómo surgió su amor por la música y, especialmente, por el piano?
RESPUESTA:- Vengo de una familia de músicos. Mi padre es violinista y mi madre pianista. Siempre ha habido música en casa. Así que para mí crecer en un ámbito musical era algo muy normal. Empecé a tocar el violín con mi padre a los tres años. Pero yo quería sentarme mientras practicaba y él no me dejaba. Por eso elegí el piano. Simplemente de niña pensaba que era lo mejor, porque podía sentarme (ríe).
P:- Durante sus estudios ha recibido clase de Pavel Gililov y Andrea Lucchesini, entre otros. Son músicos estupendos. ¿Cuál es la mejor lección que le enseñaron?
R:- Realmente la cosa más importante que aprendí de ellos es a ser muy honesta con la música. Creo que lo que ambos tienen en común, aunque sean muy diferentes en su esencia, es que siempre es muy importante ser honesta con la música y ser muy seria y responsable también. No hacer algo únicamente porque vaya a gustar a las personas, sino hacer algo de verdad porque quieres y porque crees que así tiene que ser. Porque te hace feliz.
P:- En su último álbum, “Piano poems”, mezcla literatura con música. ¿Cree que las dos ramas humanísticas están fuertemente unidas?
R:- Por supuesto. Creo que, en primer lugar, tenía esta idea desde hace mucho tiempo porque, además de dedicarme a la música, también leo mucho. La literatura es algo que siempre ha sido muy importante para mí. Y creo que la música y la literatura siempre han estado muy unidas. Muchos músicos eran amigos de escritores y poetas, y si lo piensa un poco, hay mucha música que tiene la literatura como punto de partida. En cualquiera de sus formas. Y por eso me pareció emocionante proponer un programa que simplemente tuviera la literatura y la poesía como tema central. Y ver cómo distintos compositores de diferentes épocas lo abordan de una manera propia. Eso también me permite reunir un repertorio, que de otro modo no se podría juntar. Pero como la literatura es el punto común, funciona en un mismo disco.
P:- Ocurre también con las óperas, por ejemplo, los libretos son en realidad literatura en cierto modo.
R:- Absolutamente. Hay historias maravillosas, basadas en poemas de Goethe o Baudelaire en Francia. Y, por otro lado, tenemos a Prokofiev, que retoma los cuentos de hadas. Y eso es muy emocionante, porque todo tiene una historia de fondo, un conocimiento y le da al conjunto una profundidad aún mayor.
P:- Como ha mencionado su gusto por la lectura, ¿puede recomendarnos algún autor que le agrade especialmente?
R:- Leí un libro que me impresionó mucho, de Metin Arditi, Tu seras mon père. Lo leí en verano y lo recomiendo verdaderamente.
P:- Volviendo a su nuevo disco… “Piano Poems” incluye “Gaspard de la Nuit” de Ravel, transcripciones de canciones de Schubert realizadas por Liszt y “6 piezas para piano opus 102” de Prokófiev inspiradas en su ballet Cinderella. ¿Cómo fue la elección de estos compositores? ¿Por qué estos y no otros?
R:- Sí, ahí está la ventaja de grabar un CD: puedes elegir lo que te gusta. “Gaspard de la Nuit” siempre ha sido una de mis piezas favoritas. Mi hijo también se llama Gaspard (ríe). También siempre me ha gustado Prokofiev. Tuve claro que debería estar en el disco. Y creo que incluso como pianista, cuando piensas en música y literatura, “Gaspard de la Nuit” es lo primero que te viene a la mente. Creo que todos los pianistas conocen ese poema de Aloysius Bertrand. Y además es una pieza tan importante para el piano. Entonces pensé que estas transcripciones de Schubert son simplemente hermosas. Y por eso quería tocarlas y añadirlas en el disco.
P:- Suele combinar repertorio clásico con música contemporánea, como por ejemplo, Rameau-Ligeti, Liszt, Schoenberg… ¿Cómo elige qué repertorio (y de qué época) combinar en un disco?
R:- Creo que siempre me ha gustado mucho la música contemporánea o, mejor dicho, la del Siglo XX. Y también pienso que es muy importante simplemente tocar y llevar al público la música de tu propio tiempo. Porque si no lo hago, ¿cómo va a conocerla la gente? También me parece emocionante tender puentes entre lo clásico y lo contemporáneo, porque la mayoría de la gente piensa que la música actual es algo extraño que no se entiende. Pero mi trabajo como pianista es demostrar que eso no es cierto.
P:- ¿Cree que al público todavía le sigue costando entender la música contemporánea, es decir, la del siglo XX? ¿A qué se debe? ¿Es por falta de comprensión o de interés?
R:- No creo que la gente no la entienda. Creo que muchas personas tienen miedo de no comprenderla y prefieren ni intentarlo. Y pienso que eso se puede ver claramente si lo comparamos con la pintura, por ejemplo. Si voy a un museo y hay arte moderno y no me gusta, puedo seguir adelante. Con la música, estás atrapado en la sala de conciertos y no puedes salir. Para mí es muy importante que la gente sienta curiosidad e intente dar una oportunidad a este tipo de música. Y puede que finalmente no le guste, pero debería al menos probar. En esta vida es importante simplemente tener curiosidad. Lo noto una y otra vez en los conciertos: la mayoría de la gente al principio, cuando toco música contemporánea, están sorprendidos e inquietos, y después, al final, están realmente entusiasmados. Pero ese es mi trabajo, darles algunas claves para entenderla mejor o llevarles de la mano y mostrarles que no es tan difícil.
P:- En “Piano Poems” presenta la primera grabación mundial de dos obras compuestas por destacadas compositoras contemporáneas. Háblanos primero de “Ithaca opus 104”, la obra de la compositora griega Konstantia Gourzi. ¿Qué le transmite?
R:- Sí, la música de Konstantia es maravillosa. “Ithaca” es algo muy diferente, es música que se puede leer y escuchar en diferentes niveles. Es decir, cuando la escuchas, es una melodía preciosa, y punto. Pero luego está todo en la profundidad: si te comprometes con el poema, entonces hay un nuevo nivel. Y ella suele jugar mucho con la acústica del espacio y con las formas sonoras. Eso también significa que, para mí, cuando toco, nunca es cien por cien igual, porque tengo que reaccionar a la acústica o a la resonancia de un instrumento. Y eso, por supuesto, lo hace increíblemente emocionante y también muy poético, porque tienes que estar muy metido en el propio instante en el que estás tocando para poder reaccionar. Además, ella es una persona tan maravillosa que uno quiere hacerlo lo mejor posible.
P:- ¿Y qué destacaría de la otra composición nueva que toca en este disco, “Murmuration”, de Catherine Kontz?
R:- Lo que me parece muy emocionante es que conozco a Catherine Kontz desde hace mucho, mucho tiempo. También es luxemburguesa y ha escrito muchas piezas para mí. En noviembre estrenaré mundialmente su concierto para piano en un festival. Lo que más me gusta de la música de Catherine es su espíritu libre. Tiene pocas barreras en cuanto a lo que se debe o no se debe hacer. Por eso creo que su música es siempre muy poética y juguetona. Lo que me parece tan emocionante de “Murmuration” es que describe la poesía y no un poema específicamente. Y eso me parece sensacional: que consiga tener una perspectiva completamente diferente.
P:- Ha trabajado mucho la música de Ligeti. ¿De dónde viene su fascinación por este compositor?
R:- En casa, tocábamos y escuchábamos mucha música contemporánea. Eso significa que siempre fue normal para mí, siempre me encantó. Y luego está Ligeti, sí. Una vez me pidieron que tocara algo suyo y entonces dije, ‘¿por qué no?’. Sin duda me enamoré de aquella música. Ligeti es muy, muy difícil de tocar al piano. Eso significa que también es un reto para mí, y me gusta mucho tener retos así en mi carrera. Su música es tan rica y variada que es sencillamente muy divertido trabajar con ella.
P:- Ha hecho también proyectos especiales como Yoga at the Phil o Hear Eyes Move Dances with Ligeti. ¿Qué le aporta en su creación musical la colaboración con artistas de otros ámbitos artísticos, como la danza o el teatro?
R:- Me encanta el arte en general. Soy pianista, pero me encanta el arte en todas sus facetas. Y trabajar con otros artistas siempre es enriquecedor. Porque tienen una forma diferente de trabajar, porque a través de ellos conoces cosas nuevas, porque te enfrentas a dificultades diferentes y eso simplemente amplía tus horizontes. Por supuesto, también disfruto mucho tocando conciertos de piano, pero sí, proyectos como estos, en los que creas algo con otros artistas que es algo tan multidimensional, me parecen muy emocionantes, y creo que también es una forma de presentar al público la música de una manera y simplemente mostrarla sin límites, para que haya menos barreras.
P:- En 2022 fundó el Catch Music Festival en su país natal. ¿Cómo surgió esta idea?
R:- Cuando era joven, tendría unos 15 o 16 años, me ayudaron mucho en Luxemburgo. Pude tocar con orquestas. Pero la escena musical en Luxemburgo aún no era tan profesional. No teníamos una orquesta filarmónica, no teníamos organizadores realmente profesionales, es decir, había muy pocas oportunidades. Y, en los últimos 10 o 20 años, todo se ha profesionalizado mucho. Tenemos grandes conciertos. Sin embargo, hay muchos menos conciertos pequeños con artistas locales. Entonces hablé con un muy buen amigo mío, con el que tengo un dúo desde hace años, el violinista Laurence Koch. Lo pensamos y nos preguntamos: ‘¿no estaría bien montar también un festival de música de cámara?’. Pero con la idea de que dejemos tocar a músicos profesionales de gran calibre con jóvenes talentos en los que creemos, porque ambos, Laurence y yo, tenemos una cátedra aquí, en la universidad. Esto significa que también podemos ver quién tiene potencial y podemos ayudar de esta manera. La idea es realmente hacer esto en un barrio que es muy mixto. Hacemos conciertos para escuelas, pero también para un albergue de personas sin hogar, para poder mostrar simplemente que la música está ahí para todos y que no hace falta que vengas a un concierto vestido de gala y con tacones altos, simplemente vienen para disfrutar de la música con nosotros. Es algo muy bonito. Es muy agradable, que todo el mundo disfrute haciendo música porque se divierte tocando junto a los demás, sin esta manera tan estricta de entender los conciertos clásicos.
P:- Y, por último, si tuviera que describir el disco, “Piano Poems”, ¿qué diría que es? ¿Un testimonio de la música para la literatura o una inspiración para los músicos en la literatura?
R:- Difícil. Creo que es un poco de las dos cosas. Creo que la literatura funciona completamente por sí misma, por supuesto, pero el hecho de que los compositores hayan puesto música a esta literatura aporta otro nivel de emoción y le quita el pragmatismo a la palabra, que simplemente está ahí. Te sumerges en lo que no puedes describir, en lo que no tiene palabras. Y creo que eso le da otra dimensión cuando conoces la música de las obras literarias.