El Museo del Prado exhibirá cinco esculturas de madera policromada de reciente adquisición

El Museo Nacional del Prado presentará al público, a partir del 19 de noviembre, cinco esculturas de madera policromada recientemente incorporadas a su colección. Estas obras se mostrarán en el marco de la exposición Darse la mano. Escultura y color en el Siglo de Oro, que tiene como objetivo destacar la relevancia de la escultura policromada en el arte español del Siglo de Oro.

Las piezas que se exhibirán por primera vez incluyen Buen ladrón y Mal ladrón de Alonso Berruguete, San Juan Bautista de Juan de Mesa y las figuras de José de Arimatea y Nicodemo, pertenecientes a un conjunto castellano bajomedieval que representa la escena del Descendimiento de la cruz.

Según el comunicado del Museo del Prado, la adquisición de estas esculturas permitirá enriquecer la colección y ofrecer nuevas perspectivas sobre la importancia de la escultura policromada en la narrativa artística española. La exposición busca resaltar el papel fundamental de la escultura en el contexto litúrgico y cultural de la época.

Las esculturas de Alonso Berruguete, Buen ladrón y Mal ladrón, forman parte de un conjunto de Calvario y destacan por su configuración plástica única. Ambas piezas son de pequeño formato y presentan una tipología de grupo de oratorio poco frecuente, lo que las convierte en ejemplares excepcionales dentro del catálogo del escultor. Una de las figuras se muestra de frente y la otra de espaldas, enfatizando el dinamismo y la expresividad típicos de Berruguete.

La escultura de San Juan Bautista, realizada por Juan de Mesa, muestra al santo en posición erguida, sosteniendo el libro sagrado con un cordero sobre su mano izquierda. El brazo derecho del santo se alza hacia el espectador en actitud declamatoria, creando una sensación de diálogo con el público. La figura viste una túnica de piel de Camello, adornada con un manto rojo trabajado con esgrafiados y decoraciones a punta de pincel, que aportan una gran riqueza visual.

Las figuras de José de Arimatea y Nicodemo completan el conjunto de esculturas presentadas en esta nueva muestra. Ambas esculturas formaban parte de una representación del Descendimiento de la cruz, aunque la figura de Cristo no ha llegado a conservarse. Estos dos personajes, que desempeñaron un papel clave en el entierro de Jesús según los relatos evangélicos, son representados con gran detalle, reflejando el dramatismo y la solemnidad del momento.

El Museo del Prado destaca el interés de estas obras dentro del género de las composiciones primitivas de teatro sacro, que tenían una finalidad narrativa y litúrgica. La particular caracterización de los gestos y expresiones de los personajes refuerza el valor de estas esculturas en el contexto de la iconografía cristiana medieval.

La incorporación de estas cinco esculturas supone un enriquecimiento significativo para la colección del Museo del Prado. La exposición Darse la mano ofrecerá al público la posibilidad de explorar el uso del color y la escultura como elementos fundamentales en la creación artística del Siglo de Oro español. La pinacoteca busca así proporcionar una comprensión más integral del arte sacro y de las técnicas empleadas en la escultura policromada.