España logra un mínimo histórico en la tasa de abandono escolar temprano

El abandono educativo temprano en España ha alcanzado su nivel más bajo, situándose en un 13% en 2024, según los datos elaborados por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes a partir de la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística. Esta cifra representa un descenso de 0,7 puntos respecto a 2023 y supone una reducción acumulada de 5 puntos desde 2018.

La ministra de Educación, Pilar Alegría, ha destacado este logro en redes sociales, subrayando la importancia de las políticas educativas implementadas en los últimos años. "Desde 2018 hemos dado oportunidades de formación a los jóvenes de nuestro país para mejorar sus vidas y su futuro. ¡Seguimos!", ha afirmado la titular del departamento.

A pesar de este avance, la tasa de abandono educativo en España continúa siendo una de las más altas de la Unión Europea, donde el objetivo fijado para 2030 es reducir este índice al 9%. No obstante, la distancia con la media europea se ha reducido significativamente en la última década, pasando de una brecha de 10,8 puntos en 2014 a 3,5 puntos en 2024.

El abandono temprano, que mide el porcentaje de personas entre 18 y 24 años que no han completado la educación secundaria de segunda etapa ni siguen ninguna formación, ha descendido en 8,9 puntos en una década, pasando del 21,9% en 2014 al 13% actual, un progreso que representa una reducción del 40,7%.

Asimismo, la población entre 20 y 24 años que ha completado al menos la educación secundaria de segunda etapa ha aumentado hasta el 79,9% en 2024, un avance de 14,1 puntos respecto a 2014. En el ámbito de la educación superior, el 52,6% de la población de 25 a 34 años ha alcanzado este nivel en 2024, superando ampliamente el objetivo europeo para 2030 del 45%.

La reducción del abandono educativo temprano en 2024 se ha producido de forma desigual entre hombres y mujeres. Mientras que la tasa entre los hombres disminuyó ligeramente hasta el 15,8%, el descenso fue más notable entre las mujeres, con una caída de 1,3 puntos para situarse en el 10%, evidenciando una menor incidencia del fenómeno en el caso femenino.