Nissan y Honda rompen su acuerdo de fusión y dejan en el aire el futuro del fabricante japonés
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Nissan y Honda han anunciado este jueves la ruptura del acuerdo firmado el pasado 23 de diciembre por el que ambas compañías iniciaban un proceso de integración empresarial, al que también se había sumado Mitsubishi Motors Corporation. La cancelación de la denominada ‘megafusión’, valorada en más de 60.000 millones de dólares y que podría haber creado el tercer grupo automovilístico mundial, desmorona el ambicioso proyecto industrial que había despertado gran expectación en el sector.
Según han detallado ambas compañías en un comunicado conjunto, la causa principal de la ruptura ha sido la discrepancia sobre la estructura final de la integración. Mientras que inicialmente se contemplaba la creación de una sociedad ‘holding’ conjunta, con un reparto equilibrado en el control, finalmente Honda planteó que Nissan pasase a ser su filial mediante un intercambio de acciones, lo que situaba al fabricante de Yokohama bajo el control directo de Honda.
“Honda propuso cambiar la estructura inicial a otra en la que sería la empresa matriz y Nissan la filial. Esta divergencia llevó a la cancelación del acuerdo”, han reconocido las partes.
La ruptura del proceso de fusión supone un golpe para Nissan, que atraviesa desde hace años graves problemas financieros. En la presentación de sus resultados del tercer trimestre de su ejercicio fiscal 2025, la compañía registró una caída del 78% en su beneficio operativo, hasta 31.100 millones de yenes (193,7 millones de euros). Además, rebajó sus previsiones anuales de beneficios operativos un 20%, situándolas en 120.000 millones de yenes (747,6 millones de euros).
Ante este deterioro financiero, Nissan anunció un plan de recortes que incluye la reducción de 2.500 empleados indirectos en todo el mundo y un ajuste de costes fijos y variables por valor de 400.000 millones de yenes (2.492,6 millones de euros). El CEO de Nissan, Makoto Uchida, subrayó que la compañía se centrará en reducir gastos y reforzar su competitividad: “Estamos dedicados a lograr una estructura de costes más eficiente mientras impulsamos el crecimiento de los ingresos con productos mejorados”, afirmó.
Además, Nissan consolidará líneas de producción y ajustará turnos en sus plantas de Smyrna y Cantón (EE. UU.) y Tailandia, con el objetivo de reducir su capacidad de producción un 20% y optimizar su plantilla antes de 2026.
La ruptura del acuerdo también ha provocado la reacción del máximo accionista de Nissan, Renault, que posee el 35,7% del fabricante japonés. En un comunicado oficial, el grupo francés calificó de “inaceptables” los términos del acuerdo, en especial por la falta de compensación económica ante la eventual cesión del control de Nissan a Honda.
La tensión entre los fabricantes nipones y la cancelación de la fusión se ha trasladado a los mercados. Este jueves, las acciones de Honda cayeron un 2,14%, acumulando un descenso del 6,58% desde el inicio del año. Por su parte, los títulos de Nissan retrocedieron un 0,34%, con una caída acumulada del 13,52% en 2024.
A pesar del fracaso en la integración accionarial, los tres fabricantes –Nissan, Honda y Mitsubishi– han reiterado que seguirán colaborando bajo una alianza estratégica centrada en el desarrollo de vehículos eléctricos e Inteligencia Artificial, enmarcada en el memorando de entendimiento firmado el 1 de agosto de 2023.
“De ahora en adelante, las tres empresas colaborarán con el objetivo de crear nuevo valor y maximizar el rendimiento corporativo de cada una”, concluye el comunicado conjunto.
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