Norris se alza como primer líder del Mundial de Fórmula 1 tras imponerse en un caótico Gran Premio de Australia

El piloto británico Lando Norris ha logrado este domingo la victoria en el Gran Premio de Australia, primera cita del Mundial de Fórmula 1, y se sitúa como líder de la clasificación general en una carrera marcada por las inclemencias meteorológicas y el alto número de abandonos, entre ellos Carlos Sainz y Fernando Alonso.
El vigente campeón del mundo, Max Verstappen (Red Bull), finalizó en segunda posición tras protagonizar una intensa batalla final con Norris, que se decidió por tan solo ocho décimas de diferencia. El podio lo completó el británico George Russell (Mercedes), que logró conservar la tercera plaza en una prueba condicionada por la aparición de hasta tres coches de seguridad y una lluvia intermitente que complicó la estrategia de los equipos.
Sainz y Alonso abandonan tras sendos accidentes
La primera carrera del año fue especialmente desafortunada para los pilotos españoles. Carlos Sainz, que debutaba oficialmente con la escudería Williams, perdió el control de su monoplaza en la última curva de la primera vuelta. El madrileño, que rodaba tras el coche de seguridad en un asfalto completamente encharcado, se estrelló contra el muro y sufrió daños considerables en la parte delantera del FW47, quedando fuera de carrera de manera prematura.
Fernando Alonso, por su parte, consiguió mantenerse en pista hasta la vuelta 34, momento en el que arriesgó en su persecución del Alpine de Pierre Gasly. Al trazar la curva 7, el asturiano pisó la grava del interior y su Aston Martin terminó impactando contra las protecciones, rompiendo la suspensión trasera. Ambos pilotos se vieron, así, excluidos de una carrera en la que sus compañeros de equipo sí lograron resultados destacables.
Alex Albon, compañero de Sainz en Williams, firmó una meritoria quinta posición, por detrás del Mercedes del joven italiano Andrea Kimi Antonelli, cuarto. Lance Stroll, compañero de Alonso en Aston Martin, terminó sexto, consolidando así el potencial competitivo de ambas escuderías en condiciones adversas.
Una carrera imprevisible y llena de sobresaltos
El trazado de Melbourne fue escenario de una carrera imprevisible, marcada por los cambios constantes del estado del asfalto. La primera mitad estuvo dominada por Norris, seguido de su compañero Oscar Piastri y de Verstappen. Al llegar el Ecuador, con la pista ya seca, la mayoría de los equipos optaron por neumáticos lisos, lo que modificó el desarrollo de la carrera.
Sin embargo, una nueva tormenta obligó a los pilotos a regresar a boxes para calzar neumáticos de lluvia. Durante esta fase crítica, ambos McLaren se salieron momentáneamente de pista. Aunque Norris consiguió retomar el control y regresar a garajes sin consecuencias, Piastri sufrió un trompo que le relegó varias posiciones.
Verstappen aprovechó el caos para colocarse líder, pero tras su último paso por boxes, Norris volvió a asumir el control de la prueba. En los giros finales, tras el último coche de seguridad motivado por los incidentes de Bortoleto y Lawson, el neerlandés se lanzó al ataque utilizando el DRS, pero el británico defendió con solidez y amarró la victoria.
Solo catorce pilotos lograron cruzar la línea de meta en una carrera en la que también abandonaron el neozelandés Liam Lawson (Red Bull), el brasileño Gabriel Bortoleto (Kick Sauber), el australiano Jack Doohan (Alpine) y el francés Isack Hadjar (RB), todos ellos víctimas de salidas de pista o accidentes.
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