Sánchez y el rearme

Pedro Sánchez ríe. Se ríe cuando le preguntan si, visto que no va a sacar adelante los Presupuestos, ha pensado en convocar elecciones. Qué cosas me pregunta usted -le dice a la periodista y se le escapa la risa.
Vive alejado de la realidad. Mientras en el grueso de los países que forman la UE están habilitando partidas extraordinarias para hacer frente a nuevos gastos en Defensa, Sánchez juega a disfrazar el incremento que también tendrá que asumir España diciendo que "no le gusta la palabra rearme".
Parece que alguno de los asesores que acampan en La Moncloa ha desempolvado a Orwell y el neolenguaje. Como si por llamar con otra palabra al incremento de los gastos para adquirir más material y nuevos sistemas de armas no atendiera a lo que comúnmente se denomina y entendemos por "rearme". No le gusta hablar de rearme, pero no porque de repente haya tenido una epifanía pacifista y no sepa que de lo que se trata es de incrementar las capacidades militares de los países de la UE, vista la renuencia de Donald Trump a seguir manteniendo el paraguas de la OTAN. No es ese el motivo. La explicación hay que buscarla anotando lo que dicen y parecen dispuesto a hacer sus socios en el Gobierno de coalición porque la fracción de Sumar, que ocupa cuatro carteras en el Gabinete, se ha declarado abiertamente en contra de asumir el incremento del presupuesto militar que Sánchez, a su manera, con medias verdades, ya ha comprometido con Bruselas.
Izquierda Unida, el Partido Comunista, que forma parte de Sumar, ha rescatado las viejas consignas del "No a la OTAN y bases fuera" de mediados de los ochenta del siglo pasado. Parece que algunos añoran los viejos tiempos de cuando Rusia era la Unión Soviética pero han olvidado que España esta en la OTAN porque una mayoría de españoles así lo aprobó en el referéndum que convocó el Gobierno de Felipe González.
Sánchez no quiere someter el incremento del presupuesto de Defensa a la aprobación del Congreso porque sus socios (Sumar, Más Madrid, ERC, Bildu, Compromís, ERC, BNG, etc.) ya han dicho que votarían en contra. Circunstancia que le arrojaría en brazos del PP y de VOX, que sí podrían votar a favor. Y como no sabe cómo salir del embrollo es por lo que enreda con las palabras intentando ganar tiempo. Pero cuando vuelva a la realidad, la guerra de Ucrania seguirá allí y para reforzar la seguridad habrá que rearmarse.