Sánchez quiere llegar al 2027

Pedro Sánchez tiene dicho que su objetivo es culminar la legislatura llegando- con o sin Presupuestos- a 2027.
Visto el escenario de casos de corrupción que investiga la justicia en su entorno más cercano ¿en qué basa tanto optimismo? Probablemente en una visión de la vida cercana al egocentrismo .Se considera no solo el mejor sino el único capaz de llegar a donde ha llegado con los limitados mimbres que en su día pudo acopiar - resucitó políticamente tras haber sido defenestrado por los notables de su partido y más tarde merced al celestineo político de Pablo Iglesias consiguió armar la moción de censura que le catapultó hasta La Moncloa. Tiene, pues, hasta un punto de lógica que se considere poco menos que predestinado.
Y que esté pensando que al margen de las bravatas de Podemos y los tira y afloja de Puigdemont ,con un poco de suerte, sus socios parlamentarios del País Vasco -Bildu y PNV- no le abandonaran. Entre otras razones porque si el PNV que ahora preside Aitor Esteban tuviera la tentación de reparar la traición al PP que despachó a Mariano Rajoy al día siguiente Sánchez daría órdenes a Eneko Andueza ( PS de Euskadi ) para tumbar al lehendakari Pradales.
Todos los que juegan esta partida conocen las cartas de los demás. Por eso proyectan cierta ingenuidad unas palabras recientes de Núñez Feijóo en las que decía que estaba invitando al PNV y a Junts a que apoyaran una moción de censura.
Hoy por hoy el escenario político del País Vasco es el que es porque hace una generación fue distorsionado por obra de la presión mafiosa de la banda terrorista ETA que empujó a miles de ciudadanos a abandonar su tierra para fijar residencia en otras partes de España. Desde entonces aquella alteración del censo y de la sociología electoral refleja ,por así decirlo ,un vació a la derecha. Los terroristas han dejado de matar, pero sus candidatos se ha aupado hasta las instituciones. Y no es cierto que la vida se haya normalizado en el sentido que otorgamos a esta palabra cuando se habla de política.
Bastaría subrayar un dato para tropezar con dicha anomalía. Todavía hoy más de 300 asesinato cometidos por la ETA siguen sin resolverse. En buena medida por la falta de colaboración de los socios parlamentarios de Sánchez. La banda empleó la violencia como método para construir un movimiento político (Bildu), que en cualquier momento puede dar el "sorpaso" al PNV. Arnaldo Otegi llega años regando esa hiedra y Sánchez sabe que puede contar tanto con Bildu como con el PNV. Por eso habla de seguir hasta 2027.FB